Un sueño y una escuela

CamparredOnda acude este jueves (ocho de la tarde en el Palacio del Conde Luna) a su cita anual de presentar sus publicaciones y entregar el premio Armonía de las Letras a la escuela que soñó Félix de Martino

Fulgencio Fernández
20/04/2017
 Actualizado a 19/09/2019
La poeta Sara Otero del Amo participa en el acto de este jueves en el Palacio del Conde Luna, en el que se presenta su poemario ‘Cronos en Bardaya’.
La poeta Sara Otero del Amo participa en el acto de este jueves en el Palacio del Conde Luna, en el que se presenta su poemario ‘Cronos en Bardaya’.
Félix de Martino, el indiano generoso de Soto de Sajambre, alimentó el sueño de dejar para su pequeño pueblo de las montañas de León la mejor escuela posible, a la altura de las mejores de Europa. GregorioFernández Castañón, escritor generoso con su tierra leonesa, alimentó la esperanza de crear un sello propio, una forma de hacer, en las revistas, libros y otras actividades de la "factoría CamparredOnda".

Los dos confluyen este jueves (a las 20 horas) en el Palacio del Conde Luna, donde Fernández Castañón presenta las publicaciones de este año en su sello CamparredOnda y, a su vez, entrega una nueva edición del premio Armonía de las Letras 2017, que ha concedido a la Junta Vecinal de Soto de Sajambre por, en expresión textual del Jurado, "la recuperación de la escuela con la que soñó Félix de Martino, su patrocinador, allá por el año 1907. Por hacer un museo con todos los enseres propios de la enseñanza y la educación de aquella época y por abrir sus puertas al mundo y demostrar que la Cultura es así de universal; tanto que sorprende".

Como sorprenderá, a buen seguro, la presentación que esta tarde va a realizar Gregorio Fernández Castañón, que cuida este acto con el mismo mimo que edita sus libros, como bien reconocía Sara Otero del Amo, que al hablar de su poemario ‘Cronos en Bardaya’decía, en una entrevista reciente en este periódico: "No se si volveré a tener otro libro editado con tanto mimo".

Este libro, Cronos en Bardaya, es el retrato poético del paso del tiempo por la zona de Bardaya, antes un viejo pozo de mina y hoy una ruta verde de paseo, y es el segundo protagonista de esta tarde ya que será su presentación oficial, por lo que no podrá faltar su autora, Sara Otero del Amo, que ha encontrado enla tranquilidad y la belleza de Villalfeide y su entorno el marco ideal para su escritura, reconocida con diversos premios en los últimos años.

Y la tercera pata del gran banco de CamparredOnda esta tarde en León es su revista, la que lleva el nombre de "la factoría" y la que aclara en su número la cantidad de años que Gregorio Fernández Castañón lleva tirando de este carro, si más ayuda que su propia voluntad y su propia aportación económica: en este 2017 alcanza la mayoría de edad, 18 años, desde el siglo pasado.

Vaya por delante que en la revista anuncia otra publicación cercana (para el otoño de 2017), la de la tercera parte de la trilogía dedicada a León capital con cientos de fotografías antiguas, planos (uno de 1850), litografías, grabados... pero dejemos que llegue el libro.

La que ya llegó es la citada revista, casi libro, con 115 páginas y numerosos reportajes de evidente interés. No podía faltar uno dedicado a la escuela de Soto de Sajambre, la premiada, y a quien la soñó: Félix de Martino, "un hombre comprometido con su pueblo que supo ver en la cultura una excelente herramienta, por no decir la única, para preparar un futuro más loable a los habitantes en edad de aprender: los niños".

En el resto de las páginas se suceden historias de todo tipo: la del abandono de las Caldas de Nocedo —"un enorme transatlántico anclado en un puerto de soledad y olvido"— la historia de la Peña La Barragana, de Casares de Arbas; un viaje a la memoria del Pantano de Barrios de Luna u otro a las opiniones del escritor Antonio Toribios. Colaboraciones jugosas de Toño Morala o Felipe Piñeiro, entre otros; las aventuras del propio Castañón hasta desembarcar en Redipuertas... muchas, pero resulta especialmente intensa y emotiva la recuperación que Isabel Díez Castillo nos regala de la historia del desaparecido pueblo de Villarrasil a través de los recuerdos y las imágenes de los que fueron sus último habitantes. Villarrasil aún vive, al menos en CamparredOnda.

Mucho material, como siempre.
Archivado en
Lo más leído