Un gran artista nacido en el paraíso soñado por Gauguin

León salda una deuda pendiente con el pintor de origen francés José Guillou con una exposición en el CLA que recorre los diferentes periodos de un artista implicado en los movimientos reivindicativos de mitad de los años 70

Joaquín Revuelta
26/10/2016
 Actualizado a 19/09/2019
El gestualismo enérgico y primitivo es una de las característica del periodo más expresionista del pintor y escultor de origen francés. | DANIEL MARTÍN
El gestualismo enérgico y primitivo es una de las característica del periodo más expresionista del pintor y escultor de origen francés. | DANIEL MARTÍN
El Centro Leonés de Arte inauguró este martes la muestra ‘José Guillou 1937-2010’, que recoge diferentes periodos del artista francés cuyo matrimonio con la leonesa Emérita León le vinculó a los movimientos artísticos que tuvieron lugar en la capital desde la década de los setenta.

Natural de Concarneau, localidad de la Bretaña francesa muy vinculada a la historia del arte por ser del paraíso soñado por Gauguin, pilar fundamental de este espacio exótico y primitivo frecuentado por muchísimos estudiantes de Bellas Artes de París, José Guillou cursa sus primeros estudios en un colegio religioso y pronto comienza a viajar por Inglaterra y Alemania. Desde muy joven manifiesta interés por el mundo del arte, que se potencia a su paso por la emblemática Academia Julian de París, mucho más informal y libertaria que la Academia de Bellas Artes y por la que pasaron nombres como Louise Bourgeois y otros artistas muy significativos desde mitad del siglo XIX.

Tras su matrimonio en 1968 en la Catedral de León con Emérita León, José Guillou entrará en conexión con los artistas leoneses y será miembro fundador de la A.S.A.P. (Asociaciones de Artistas Plásticos) leonesa, que conocerá una gran actividad durante los primeros años de la democracia española tanto a nivel nacional como local. Curiosamente muchos de los miembros del CCAN, como Modesto Llamas, Manolo Jular o Luis Sáez de la Calzada, pasarán a formar parte de la A.S.A.P. junto con Eloy Vázquez Cuevas, Antonio García García o el propio José Guillou, que sigue siendo un gran desconocido a pesar de participar de forma muy activa en los movimientos reivindicativos más importantes que se producían en León en la naciente democracia.

José Guillou es pues una persona intrínsecamente vinculada a todos los movimientos estructurales de ese periodo y que va a tener conexión con Antonio García García, Enrique Estrada, Luis Sáez de la Calzada, Herminia de Lucas, Petra Hernández, Modesto Llamas o Julio San Martín, con quien Gillou trabajó en el taller comunal ubicado en la antigua carpintería de la Fundación Sierra Pambley. La muestra inaugurada este martes en el Centro Leonés de Arte, que contó con la presencia de su viuda, Emérita León, tiene como objetivo recuperar la figura de José Guillou, en el sentido de que incluso compañeros del artista apenas le recordaban. Además, la exposición encaja dentro de la vertiente de recuperación y documentación de artistas que han estado vinculados al desarrollo artístico de León.En el caso de ‘José Guillou 1937-2010’ no se puede hablar de una retrospectiva propiamente dicha, porque no se ha podido hacer un catálogo razonado y amplio, señalan desde el ILC, pero sí están presentes las etapas fundamentales y las claves de su obra. Así, se puede apreciar una primera etapa en la que Guillou está muy influenciado por todo lo que es el impresionismo francés, caracterizado por una pintura ingenua que se basa en la explosión del color y la estructuración geométrica que viene de Cezanne, para derivar más tarde hacia un expresionismo intenso que pasa por el tamiz de lo alemán, con influencia de grupos como El Jinete Azul o El Puente, donde cobra un protagonismo fundamental el dibujo, la línea, el color se libera totalmente de la forma y donde el gestualismo enérgico, intenso, dinámico, primitivo, que surge de la inmediatez histórica, genera una obra que en principio puede parecer desdibujada o de un artista primerizo, pero que tiene una intensidad, una forma y una carga verdaderamente importante.También se dan cita en la muestra del CLA una serie de relieves escultóricos donde la línea toma un protagonismo máximo, un expresionismo muy intenso aunque matizado por la construcción de las figuras matissianas. En los dibujos de los cuadernos personales del artista que forman parte de la exposición puede apreciarse esa línea curva matissiana que está presente a lo largo de su obra y que demuestra la preocupación constante por la mano constructora del pintor.

Dentro de las ‘obsesiones’ de José Guillou cabe destacar la imagen de su mujer tumbada en el sofá o sus autorretratos, que se repiten como una constante en diferentes periodos.

José Guillou no influyó en otros artistas leoneses, si bien puede verse documentación concreta y específica en la que hay constancia de que artistas leoneses están trabajando en sintonía con relación a la importancia del dibujo, la distorsión y dislocación de la figura, la importancia del color como elemento clave y expresivo. En este sentido puede observarse fotografías de piezas de García Zurdo de un expresionismo salvaje, dos murales de Esteban Tranche aparecidos en la escuela de Armunia, unas ilustraciones muy potentes deModestoLlamas, un par de piezas de influencia expresionista de Roberto Díez o una portada de Cuadernos Leoneses de Poesía de Eduardo López, hermano de Monseñor, donde el componente animal se introduce como un elemento dramático mucho más denso que en el caso de Guillou.

Lo que se pretende apuntar con esta muestra es que en el periodo que va del 68 al 90 en León sí que existe una conexión con cuestiones que estaban pasando enEuropa, y que en España se traduce en la vuelta a una neofiguración salvaje de Pérez Villalta o Miquel Barceló con la que el leonés Roberto Díez mantiene evidentes conexiones.
Archivado en
Lo más leído