Suelen estar acostumbrados por la Ría de Vigo a tormentas de todo tipo y condición, pero lo cierto es que la que descargó ayer el Abanca Ademar en el pabellón de O Gatañal será recordada durante bastante tiempo y para su pesar, por los aficionados del Cangas.Y es que el equipo de Rafa Guijosa hizo lo posible por demostrar el por qué de las tan diferentes realidades que viven hoy en día gallegos y leoneses. Los primeros, hundidos en el fondo de la clasificación, acusaron esa falta de confianza que primero les llevó a cometer sucesivos errores que el Ademar castigó y después, con el marcador ya en contra, les impidió encontrar reacción aunque eso sí, tirando de casta para no encajar lo que aún así ya fue una importante goleada.
Enfrente, el Abanca Ademar se limitó simplemente a mantener la intensidad que viene mostrando habitualmente esta temporada y permitir que la caliudad decidiera el encuentro.
Diez minutos bastaron para que los visitantes encauzasen sobradamente la victoria, y es que si a la intensísima defensa ademarista se le suma la aportación de la portería y la calidad de Juanín a la hora de definir el resultado es un parcial de 0-8 que con mucho más de medio partido por delante había asegurado dos nuevos puntos para los leoneses (3-10).
El extremo fue el brazo ejecutor del Abanca Ademar con 8 tantos sin error en el lanzamiento en la primera mitad que permitieron a su equipo no solo primero lograr esa renta si no después estabilizarla. El ataque ademarista no solo brillaba al contraataque sino que en estático encontraba continuamente huecos en la zaga viguesa, mientras que en defensa ahogaban al impreciso ataque gallego, que cuando encontraba el lanzamiento o se estrellaba con el muro ademarista o con la presencia de Cupara. Solo Cerqueira y algún destello de Potic y Milosevic impedía que el Abanca Ademar se fuera aún más en el marcador a pesar de que la ventaja llegó hasta los 9 goles (7-16).
Pudo recortar ventajas Cangas al final del primer acto tras una doble exclusión de Juanjo y David Fernández que trataba de compensar la protestada pero intrascendente en cuanto al resultado actuación arbitral por parte del público local.Sin embargo, ni siquiera fue capaz de lograrlo así el conjunto de un desesperado ‘Pillo’, que perdía incluso ese parcial para llegar al descanso 8 abajo (11-19).
Con el partido controlado, la segunda mitad dio oportunidades para que los menos habituales volvieran a brillar. Lo hizo especialmente Biosca, que igualó la sensacional actuación de Cupara en los primeros 30 minutos.
La ventaja no hizo más que aumentar con goles tanto de una insistente primera línea a la que regresó Gonzalo así como en los extremos y el pivote, que contó durante muchos minutos con la presencia de un buen Javi García, que forzaba un siete metros para que Juanjo pusiera la máxima ventaja del partido (17-30).
Los últimos minutos Pousada y DavidSoliño tiraron de orgullo para maquillar un poco un marcador que por otra parte refleja la enorme distancia que hubo entre los dos equipos en un partido sin historia.