Un 'chip' para conectarlos a todos

Empresas e instituciones buscan conectar el cerebro directamente con un ordenador o con otra persona

L.N.C.
07/08/2017
 Actualizado a 18/09/2019
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Un 'chip' para conectarlos a todos. Esto mismo es lo que están persiguiendo precisamente varias empresas e instituciones: lograr conectar el cerebro humano directamente con el ordenador prescindiendo de entradas manuales como el teclado. También se busca con estas investigaciones conectar cerebros directamente superando de esta manera de la comunicación verbal.

Aunque suene a ciencia ficción ya existe un sistema que va en esta dirección. Y es que el Eye Control de Microsoft permite controlar un ordenador con los ojos sin necesidad de ratón o teclado. Este sistema fue ideado en cierta medida para facilitar la interacción con las computadoras de las personas discapacitadas, por otra parte la invención les permitirá que el mismo ordenador les de voz en caso de que no puedan hablar.

Esta innovación, que solo funciona en inglés por el momento, funciona con un aparato de Eye Tracking llamado Tobii Eye Tracker 4C y que tiene un coste de unos 150 dólares americanos. Sin embargo, Microsoft reconoce que Eye Control está todavía en fase de pruebas y hay ciertos problemas a resolver para que sea totalmente funcional.

Son numerosas las compañías que se han embarcado en estos proyectos, incluido el Gobierno de Estados Unidos No obstante, ir más allá de esto y lograr conectar eficazmente las computadoras y la mente de manera directa se antoja algo bastante más complicado, ya que incluso el cerebro humano es un gran misterio para los científicos. En este sentido, tal como explican en la página web de 1and1: “El cerebro humano es una compleja red compuesta de alrededor de cien mil millones de células nerviosas y tiene la función de procesar las percepciones sensoriales, de coordinar la conducta compleja y de servir de almacén central de todos los datos procesados por el organismo”. Pues bien, la dificultad se encuentra en desentrañar las conexiones entre todas las neuronas de manera simultánea y conocer su significado.

Este hito lo pretende conseguir Darpa (La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de los Estados Unidos), que sería un primer paso para conectar el cerebro directamente con un ordenador. Los planes de Darpa pasan por financiar una startup llamada Paradromics con 65 millones de dólares, la cual está desarrollando un cerebro-modem que se colocaría sobre el cerebro para establecer una conexión directa entre la mente y el ordenador.

En la misma dirección está haciendo esfuerzos el magnate sudafricano Elon Musk, uno de los nuevos visionarios, quien además de crear una interfaz “máquina-cerebro” afirma lo siguiente: “Creo que la mejor solución es tener una capa de inteligencia artificial que pueda funcionar biológicamente dentro de nosotros”. Para este cometido Musk ha fundado Neuralink, una startup creada expresamente para conseguir esta tecnología que nos permita una comunicación directa de nuestras mentes con las computadoras. Asimismo, el millonario pretende potenciar nuestras capacidades cerebrales para evitar, en sus propias palabras, “convertirnos en mascotas de las máquinas”.

Por otra parte, Mark Zuckerberg también se ha embarcado en una compañía de similares características con la creación de Building 8. Éste es el curioso nombre que recibe su particular proyecto que trata de crear una manera de conectar el cerebro directamente con las computadoras, para que entre otras cosas, podamos comunicarnos mente a mente sin necesidad de un lenguaje oral. Algunas de las metas que se marca es conseguir que en los próximos dos años la tecnología nos permita escribir 100 palabras por minuto usando la mente, velocidad a la que ni siquiera los mecanógrafos más rápidos consiguen escribir.

Por supuesto, la mayoría de estos proyectos en desarrollo son planes que están aún por ver si funcionarán, si serán tan eficaces como prometen ser y si son aceptados por el público, o si por el contrario se verán abocados al cajón de los inventos fallidos. Si algo ha caracterizado a muchos gurús de la tecnología ha sido su presunta clarividencia para mostrarnos el futuro en el que viviremos. Sin embargo, cualquier cisne negro puede cambiar el curso de la historia y cercenar gran parte del progreso que ha conseguido la humanidad.
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