Fabero y la minería tenían que estar dentro del Belén de la cuenca minera y Luciano Huerga comenzó a darle forma en el año 92. Desde entonces, la idea se fue haciendo grande y este jubilado minero conquistó a dos amigos, Joaquín Trasancos y Adolfo Taimil, para seguir construyendo maquetas que le dieran vida a un Nacimiento con acento minero.
Hoy son más de 90 metros cuadrados los que ocupa la recreación, con gran parte de figuras en movimiento y con el fuerte en 26 maquetas que dan vida a Fabero. Solo tres edificios son foráneos –una palloza, un molino de aceite de Betanzos y una herrería-. El resto, son maquetas de edificios actuales o que están en sus recuerdos. Es ley la mina, donde pasaron largos años.
El Pozo Julia y el Pozo Alicia siguen activos en su Belén al mínimo detalle. Y Huerga espera que la recreación siga creciendo por esa parte, en la que quiere añadir una escombrara aledaña al Pozo Alicia, su segunda casa, en el que pasó más de veinte años de su vida.
Este año, el Belén ha sumado a sus piezas el edificio de las escuelas y estará activo en la parte baja del Centro Polifuncional hasta enero.
Un Belén con apellido minero
Más de 90 metros cuadrados de recreación y figuras en movimiento hacen único en la provincia el Nacimiento de Fabero
29/12/2016
Actualizado a
16/09/2019
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