Toral revive la nostalgia de la escuela del ayer

El colegio de la localidad berciana recrea en unas jornadas culturales la educación de antaño, con talleres, exposiciones y disfraces de época

D. Álvarez (Ical)
18/05/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Niños y maestros, vestidos de época y en un ambiente que recuerda a la escuela de antaño. | César Sánchez
Niños y maestros, vestidos de época y en un ambiente que recuerda a la escuela de antaño. | César Sánchez
El colegio público del municipio berciano de Toral de los Vados regresó este jueves al pasado con la recreación de una 'escuela del ayer', una actividad en la que el equipo directivo, el profesorado y los alumnos del centro han acudido vestidos de época para participar en una serie de actividades que tenían en la nostalgia por las antiguas escuelas su nexo común. Juegos tradicionales, arcaicos experimentos y talleres sobre viejos artes ya casi abandonados forman parte de un programa que se vine preparando desde enero y que ha contado con la implicación del profesorado y la colaboración del Ayuntamiento y los vecinos, según explicó la directora del centro, Teresa Guzmán.

En ese sentido, Guzmán recordó que "la idea surgió un poco en plan de guasa mientras hacíamos limpieza de los armarios de dirección". "Encontramos películas de Super 8 y diferente material audiovisual y pensamos en hacer una exposición para que los niños supieran para qué se usaban esas cosa"”, relató la directora del colegio, que agradeció la colaboración de las familias para aportar material y vestir a los pequeños con los trajes y vestidos tradicionales.

La primera piedra del proyecto consistió en el montaje, en la zona de recepción del centro, de la exposición 'Recuerdos de mi Escuela', abierta a las visitas desde primeros de mes y durante todo el mes de mayo, en horario de 16 a 18 horas. "Al ir colocando la exposición a la entrada, los niños, las familias y la gente del pueblo empezaron a aportar material", recordó Guzmán, que valoró el hecho de que "todos los niños trajeron diferentes materiales: un plumín, una regla y sobretodo muchos libros".

Para completar la exposición, la directora del centro recorrió personalmente antiguos colegios ya cerrados en localidades como Paradela, Parandones o Trabadelo para “recopilar un material que estaba muerto de risa”. "Muchas cosas son prestadas y hay que devolverlas, no por el valor económico que tengan sino el sentimental", explicó Guzmán, que calificó la experiencia de "muy positiva". "Los niños han respondido muy bien, les ha gustado mucho", sentenció.

Talleres variados


Las actividades para homenajear a la 'escuela del ayer' arrancaron este martes con la celebración del taller de costura impartido por la asociación multilabores Bomar, que enseñó a los pequeños diferentes puntos como la vainica o el punto de cruz. "Era una de las asignaturas obligatorias", recordó Guzmán. Ayer, los alumnos asistieron a un taller de medios audiovisuales, en los que aprendieron a identificar formatos como las diapositivas, las transparencias, el Super 8 o los cassettes. "Ningún niño los conocía", explicó la directora.

Además, los alumnos de más edad prepararon varias charlas sobre las diferentes etapas de la escuela, desde la republicana y la franquista hasta la EGB y explicaron cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo. "Ellos mismos lo han ido estudiando y se lo explicaban a todos los demás", relató Guzmán.

Durante este jueves, los organizadores de la actividad prepararon hasta seis talleres diferentes por los que rotaron los alumnos del centro. Escribir con pizarrines y plumillas, juegos de mesa y de clase, rifas y retahílas o sencillos experimentos de laboratorio fueron algunas de las temáticas escogidas. "Si no fuera por las abuelas y los abuelos, muchas de estas cosas se hubieran perdido", reconoció Guzmán, que explicó que otro de los talleres tendrá que ver con el revelado fotográfico, en el que los alumnos podrán llevarse la tradicional foto con el mapa detrás que se hacía en las escuelas de antaño.

El taller más llamativo tenía que ver con la imprenta . "Cuando no existían las fotocopiadoras, los maestros nos apañábamos como podíamos y se utilizaba una imprenta casera con gelatina y glicerina, en la que se escribe o se dibuja, se calca, y de ahí se van sacando las copias", explicó Guzmán. En el aula donde los alumnos aprendían a utilizar la técnica, la tutora de sexto curso, Bárbara Domínguez, reconoció que los pequeños “alucinan” con un método "casero y sencilla" que les permite obtener copias de manera rápida. "Les está fascinando, parece que es magia”, aseguró.

Por su parte, la profesora de Ciencias, Loli Prieto, al cargo del aula de laboratorio, explicó que "lo que más gusta a los niños es que les propongas cosas que puedan hacer por ellos mismos". Sobre las mesas, los experimentos tenían que ver con el magnetismo, las reacciones químicas, la electricidad estática o las distintas propiedades del agua.

De cara al viernes, los organizadores de la recreación han programado la visita de la asociación local de pensionistas San Isidro, que ofrecerán un coloquio sobre las escuelas de antes. "Los niños tienen preparadas varias preguntas: cómo era tu colegio, cómo te castigaban los profesores o qué material llevabas", avanzó Guzmán, que recordó que los mayores también participarán en el circuito de juegos populares que tendrá lugar en el patio y en el que los pequeños podrán jugar a las canicas, a las chapas, o a saltar a la comba, siguiendo las indicaciones de los más veteranos.

Las actividades se cerrarán con un juego de pistas a modo de ginkana en la que los pequeños deberán recorrer las instalaciones del centro para completar el cuaderno que les ha sido entregado con motivo de la iniciativa recreacionista. El juego llevará por título 'En busca de la escuela'.

“Original y divertido”


Por su parte, los alumnos destacaron la iniciativa como "muy original" y valoraron la preparación de actividades que sirven para romper su rutina académica. "Es muy entretenido y estamos aprendiendo mucho, los talleres de imprenta y fotografía son los que más nos han llamado la atención", explicaron Clara y Alia, de 13 años, que aseguraron que "la escuela de ahora es mucho mejor, sobre todo por los castigos".

En esa línea, Giorgian, un alumno de 15 años, valoró la experiencia como "muy divertida" y destacó el laboratorio fotográfico como la actividad que más le ha sorprendido. "Me ha gustado saber cómo se hacían antes las fotos". En cuanto a la comparación entre ambos modelos, Giorgian lo tuvo claro: “Me gusta más la escuela a la que voy yo, porque puedo jugar a fútbol".
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