En su reestreno, el leonés prefiere centrarse en lo «sencillo» y no hará experimentos. «No podemos volvernos locos con lo táctico, entonces estaríamos muertos. Un entrenador tiene que adaptarse a lo que tiene», recuerda el técnico, que sí reconoce que ve al equipo capacitado para empezar a llevar el peso de los partidos. «Me gustaría mejorar la intensidad, pero la clave es saber manejar el juego, los espacios, los tiempos y tener el balón. Hay jugadores de calidad y lo de pelear, chocar, perder tiempo o especular no nos va. Tenemos que tener el control del juego en todos los aspectos», confiesa.
Para ello considera clave la figura de Chavero, que podrá estar en Vigo después de que Competición le haya retirado la tarjeta roja que vio ante el Palencia. «Es un jugador polivalente de unas condiciones que le hacen falta al equipo. Es agresivo, ocupa mucho campo y ayuda en defensa, pero también crea juego y cuando llega al ataque hace mucho daño», señala.
A Tomé le habría gustado llegar al encuentro con «todos al 100%», pero no podrá contar con Cidoncha y tiene tocados a Adán Gurdiel, Menudo y David Caiado, aunque este último ha podido entrenar con normalidad. Menos optimista es en el caso del lateral faberense. «Habrá que esperar a mañana (por hoy)», avanza el nuevo entrenador blanquiazul.
Ilusión y esperanza
El leonés asegura que le habían hablado de un grupo «implicado, unido y sin fisuras» y reconoce que con el paso de los días se ha superado el mazazo que supuso la derrota y la destitución de Pedro Munitis. «Anímicamente han ido a mejor. Les veo bastante bien y convencidos del objetivo», destaca Tomé, que ve el encuentro de mañana clave para mantenerse al acecho del ‘playoff’.