"Tenía yo mejor cuerpo que Cristiano, de trabajar el campo"

El corro femenino de Villarmún rinde este sábado homenaje a cinco históricos de la localidad, entre ellos el gran Bernardo

Fulgencio Fernández
19/08/2017
 Actualizado a 17/09/2019
Bernardo alo suyo, tirando a un rival en aquellas exhibiciones en el descanso de la Cultu.
Bernardo alo suyo, tirando a un rival en aquellas exhibiciones en el descanso de la Cultu.
Pocas cosas puede haber más agradables para un aficionado a la lucha leonesa que una tarde hablando con Bernardo Álvarez Hidalgo, Nardi de Villarmún, uno de los más grandes de este deporte y un tipo noble y socarrón que viaja del agradecimiento a todos los que le ayudaron de alguna manera —entre los que cuenta a los aficionados— a la broma con chispa. Ayer mismo, pasaba un avión y comienzan a hablar en Redipollos (donde ahora vive, el pueblo de su mujer) sobre que se están viendo muchos este verano.

- ¿Para dónde van?; dice Bernardo.
- A París, Londres, Madrid...
- ¡Qué cosa! Y tienen que pasar por Redipollos...

Pronto se da cuenta Alfonso de que es una broma y evita el aluvión de explicaciones que se le venía encima.

«Este homenaje es el que más ilusión me hace de todos, porque es en mi pueblo y eso emociona» Es Bernardo, protagonista de un homenaje que esta tarde le van a rendir en el corro de lucha de Villarmúnjunto a otros cuatro históricos del pueblo: Timoteo Hidalgo, Heraclio Yugueros, su hermano José Antonio y Manuel Gallego Coca. «Todos muy buenos, los cuatro y, modestamente, yo, tanto que en aquella época decías que eras de Villarmún y rápidamente añadía alguien: ‘el pueblo de los luchadores’. Ahora se habla del pueblo por la iglesia... que es bonita, la verdad».

Y Bernardo insiste en que «no se te olvide dar las gracias a los que organizan este homenaje, que es el que más ilusión de hace de todos los que he recibido porque es en mi pueblo y eso siempre te llega mucho más, al menos a mí».

Y es que todos los recuerdos de lucha le llevan a aquel Villarmún de su infancia, donde nació hace 68 años y donde empezó su afición por la lucha. «Era lo que había y ya empecé desde niño. También a competir, recuerdo la primera vez que lo hice, tendría once años como mucho y fue en Quintana de Rueda y gané. Recuerdo que nos había llevado en un taxi uno que era muy aficionado, Jamín Gallego, que era el padre de Manuel Gallego Coca... Era un niño y había chavales de todos aquellos pueblos pero los puse...».

«¿Qué si teníamos afición? Yo me agarraba con mi hermano hasta en la cama, rompimos unas cuantas» Y ahí Bernardo usa una expresión que le gusta mucho para decir que tiró a un rival, «es la que se decía siempre», argumenta para terminar la frase: «Les puse picha arriba», por más que los contertulios de Redipollos le insistan, «que no son palabras para un periódico».

- A ver si se va a asustar éste, en lucha siempre se dijo así.

Iban como podían a los corros, con la ventaja de que siempre había gente como Jamín, con mucha afición, que suplían la falta de coche de Bernardo.

«Recuerdo a dos curas muy aficionados, me llevaron a muchos corros, se llamaban don Antonio y don José María; y también Ángel, el panadero...».

Pero antes de aquellos primeros corros por la comarca había muchas horas agarrado al cinto en Villarmún, en las eras e, incluso, en su propia casa.

«Marchábamos para la cama y allí me agarraba con mi hermano... la de camas que le romperíamos a mis padres».

«Todos los que reciben el homenaje eran muy buenos, por eso Villarmún era ‘el pueblo de los luchadores» Y así llegaron las primeras victorias en corros senior, con solo 16 años. Nunca olvida un corro Gradefes, que le gano la final «a uno de Taranilla que se llamaba Avelino Blanco, muy bueno» pero la victoria importante llegó unos días más tarde, en San Miguel de Escalada, con más de 30 luchadores «como Manolete y Marcelino Tascón, los de Campohermoso; Luis Padierna, de Quintana, que era muy duro; Fernando Cueto, el de Santa Olaja; Lobo el de Casasola; mi hermano....».

- Y tíos picha arriba.

- Eso no se dice; argumenta socarrón.

Y decenas de corros por toda la provincia, incluidos siete Provinciales en medios y pesados, aquellos corros del 18 de julio, incluso dos corros el mismo día en diferentes pesos, además de varios años el Mejor Deportista de Lucha, porque Bernardo era tan bueno como noble. «Recuerdo una gala en el Conde Luna, con el capitán Ortiz, que era el presidente y me había ayudado en la mili;autoridades, sus mujeres... y yo con una corbatina y negro como un tizo de arar y andar a la hierba.... Me dieron unas ganas de marchar».

- ¿Porque tú cómo entrenabas?
- Pues luchando en la era y trabajando en el campo, que es buen gimnasio.
- Pero no eras ‘grandón’.
- Tenía yo entonces, solo de arar, mejor cuerpo que Cristiano Ronaldo.

Volvió el socarrón.
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