Técnicos "cuadriculados"

En ocasiones la distancia entre la administración y el ciudadano, las contradicciones y retrasos en los servicios públicos, no tienen que ver únicamente con los políticos, que son quienes acaban asumiendo la mayor parte de las críticas, sino también de los técnicos

Martínez Majo pidió ayer que «no pretendan definir un plan inventando fórmulas en un despacho». No se puede ser más claro
19/07/2017
 Actualizado a 23/08/2019
Cuando se trata de abordar la en ocasiones insalvable distancia que existe entre las administraciones y los ciudadanos, la culpa, como en casi todo, se la suelen llevar los políticos. A veces uno se sorprende de determinadas actuaciones en las que la maquinaria administrativa deja muy de lado, desde el principio hasta el final, el sentido común, y uno se acaba echando las manos a la cabeza ante los tiempos, las exigencias de la tramitación, los recursos malgastados y las contradicciones que se pueden encontrar en determinados servicios públicos que prestan las administraciones, da igual locales que provinciales, autonómicas o estatales. Pero, en ocasiones, esa maquinaria que no termina de comprender la necesidad del ciudadano (en este caso no se trata de ciudadanos, precisamente, sino de los habitantes del medio rural) no pasa necesariamente por los políticos, que otras muchas veces sí pueden ser culpables por los más diversos motivos, sino por los propios técnicos de las administraciones.Ocurre, según confesó ayer el presidente de la Diputación, en el caso del Plan Provincial de Prevención y Extinción de Incendios, que no avanzas por las trabas que está encontrando por parte de determinados técnicos, a los que Martínez Majo pidió ayer que «empiecen a pensar en las vidas humanas», que no sean «cuadriculados» y que no pretendan definir un plan inventando «fórmulas en un despacho». No se puede hablar más claro.
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