Susana Díaz: un futuro para 138 años de legado socialista

Pocas cosas hay más difíciles en política que elegir entre compañeros, entre personas que compartimos valores e ideas, quizá por ello, este proceso interno que está viviendo el PSOE esté generando tanta controversia y sea tan duro para la militancia. Todos somos socialistas y todos deberíamos saber que, por encima de nuestro propio interés, está el interés de los demás, de quienes menos tienen y más nos necesitan.

Esto hace tan importante esta elección, y por ello es necesario argumentar muy bien por qué un elegido y no otro, por qué un proyecto y no el del compañero, que en el fondo no me cabe duda de que quiere lo mejor para el partido y la sociedad.

Pero además de la elección de la persona que debe guiar el futuro del partido en los próximos años, estamos eligiendo a quien debe liderarlo para alcanzar un triunfo electoral que permita que España vuelva a contar con un verdadero gobierno de progreso lo antes posible.

Y ahí, mi elección es clara, Susana Díaz es esa persona. En primer lugar comparto con ella su idea de partido, un partido que no olvide que nuestra fuerza surge de la decidida apuesta por el verdadero municipalismo, un partido con una organización territorial fuerte, en definitiva un partido cuya organización no orbite exclusivamente en torno a la figura del secretario general como candidato a las elecciones generales.

Pero, además, Susana Díaz es la persona, y ya lo ha demostrado sobradamente, que puede volver a situar al PSOE en su espacio político natural, el centro izquierda, lugar en el que se encuentra la mayoría social española, un espacio político desde el cual el Partido Socialista puede volver a desplegar su ideario socialdemócrata y puede desarrollar nuevamente políticas de progreso para las grandes mayorías de nuestro país, pero sin olvidarse de volver a impulsar políticas para aquellas minorías que más lo necesitan.

Sólo la compañera Susana Díaz reúne las condiciones para garantizar un proyecto de futuro que no olvide nuestro pasado, lo que fue y sigue siendo el PSOE, que no desvirtúe nuestros valores y que tenga como referencia, única, el servicio a la ciudadanía. Un proyecto que compagine lo mejor del pasado, del casi siglo y medio de vida de nuestro partido, pero también que sea capaz de mirar hacia adelante recuperando para el PSOE el papel que nunca debió perder como referencia de progreso, de valores de izquierda y de proyectos innovadores, igualitarios, justos y acordes a los que esta sociedad quiere y necesita. En definitiva, Susana Díaz es la persona que puede garantizar un futuro para el legado que muchas generaciones de socialistas han puesto hoy en nuestras manos, para preservarlo, pero a la vez adaptarlo a las nuevas realidades sociales que día a día van surgiendo en un mundo cada más globalizado, y sin olvidar que la historia nunca nos perdonaría defraudar a todos aquellos a los que la defensa de nuestras siglas y de lo que significan, les costó persecuciones, exilios, encarcelamientos e incluso en muchos casos la vida.

El PSOE es más que un partido político, es la verdadera alternativa a las políticas injustas, a la privatización de servicios públicos, a los beneficios para unos pocos, a una reforma laboral que ha hurtado un proyecto vital a millones de jóvenes españoles y que día a día pone en peligro el derecho a una pensión digna para quienes tanto han aportado a nuestro bienestar con su trabajo y a la privatización encubierta, pero cada vez más patente, de la sanidad y la educación.

Nuestro proyecto es, y ha de ser, un proyecto de futuro, en el que todos los compañeros y compañeras nos sintamos cómodos, pero al que también seamos capaces de volver a atraer a quienes se han desengañado de la política, a quienes piensan que todos somos iguales y a quienes se han dejado seducir por buenas palabras que, detrás, no tienen proyectos ni valores, ni desde luego, futuro.

Susana Díaz ha asumido ese reto y lo ha hecho habiendo ganado elecciones, gobernando y sobre todo alcanzando acuerdos con otras fuerzas políticas sin renunciar a los valores y principios de nuestro partido, y no me cabe la menor duda de que encabezará un proyecto común, integrador, sin radicalismos ni nacionalismos, un proyecto en el que el partido estará al servicio de la sociedad, y la secretaría general al servicio del partido.

Luis Miguel García Copete es portavoz de la plataforma de apoyo a la candidatura de Susana Díaz en León