fulgencio-web-1.jpg

Sin luces coloradas

30/04/2017
 Actualizado a 11/09/2019
Guardar
El parte nos puso con un azogue que no acabamos de salir de él. Farraperas no tuvo más remedio que marchar para León a olvidar como hace él desde que descubrió una alternativa a ir al Huracán, que ir iba bien, fíjate que el R-8 amarillo TS Coupé cuando veía los neones parpadear ya se tiraba a ellos como si tuviera querencia, que la tenía. Lo malo era volver y decirle a madre... Y es que la buena mujer tiene tendencia al razonamiento y eso mata la vida comunal: «Pero hijo, ¿un mes ordeñando para esto?, ¿pero no hay nada que entre por la seguridad social?».

-Haber hay, pero no es lo mismo; argumentaba mirando a Teruel (él mira a Francia, pero como se está quedando ciego del azúcar pues ya solo llega a Teruel, si no está nublado).

Me explico. Que leyendo donde el Diario de León luce su mejor literatura —en la sección de Relax— el bueno de Farraperas descubrió que hay unos lugares que se llaman pisos de recibimiento que es como El Huracán pero sin lucescoloradas. Incluso las señoritas fuman. Y ahora al coger el R 8 cuando sale su madre estalentada la tranquiliza: «¡Qué voy a ir a Benavente! Voy a las casas de recibimiento». Y la mujer queda tranquila, lo que es una madre. Ahora, eso sí, el mes de ordeñartambién se va a pique.

Vuelvo al suco, que me esnorté y todavía no os había contado el azogue del Parte. Resulta que salimos en la eco-lista de los pueblos en los que en los últimos años han nacido más osos que rapaces. Y ya tenemos el debate montado: «Pues habrá que tirar la escuela para ponercolmenas». Estamos otra vez con la misma maturranga de cuando vino la orquesta con un camión que parecían dos y no entraba en la plaza. Y la comisión de fiestas dijo: «Pues la orquesta ya está pagada, así que habrá que tirar la Iglesia».

No la tiramos, pero te digo una cosa, si en Concejo en vez de hacerse a la salida de misa se hace a la hora de cerrar el bar no le arriendo yo las ganancias a las cigüeñas que hicieron el nido en la torre.

A lo que iba, que no se si merece la pena seguir ordeñando.
Lo más leído