Los accidentes laborales crecieron en todos los sectores productivos. En concreto, aumentaron un 8,9 por ciento en los servicios, hasta los 12.484; y un 8,2 por ciento en la industria, que cerró el año con 6.501. Además, subieron un 8,1 por ciento en el sector primario, que contabilizó en 2016, un total de 1.756 siniestros; y un 5,7 por ciento en la construcción, hasta los 2.567.
Los datos de cierre de año de la Junta de Castilla y León reflejan a juicio de la Secretaría de Salud Laboral y Política Social de UGT en Castilla y León que “el panorama no es bueno”. El sindicato denunció que por tercer año consecutivo los accidentes de trabajo en Castilla y León crecen en niveles del ocho por ciento. Un alza en 2016, que para la central sindical confirma la tendencia de crecimiento iniciada en el 2013 y “reafirma indubitativamente que la falta de inversión en prevención de riesgos laborales”.
“Bajo el pretexto de la crisis, son muchas las empresas que han dejado de lado sus políticas preventivas, reduciendo cuando no eliminando por completo, las inversiones en esta materia”, recalcaron.
Otros seis muertos in itinere
El informe del Ejecutivo regional, recogido por Ical, destaca que el año pasado, se contabilizaron en Castilla y León, 2.513 accidentes in itinere, con un crecimiento del 3,6 por ciento respecto a 2015. Los accidentes leves se elevaron un 3,8 por ciento, hasta los 2.475; mientras que los graves mermaron un 11,1 por ciento, con 32. Asimismo, seis empleados perdieron la vida, uno más que en 2015.Por lo que se refiere a las enfermedades profesionales, UGT destacó que las 987 declaradas el año pasado, “dan testimonio de la evidente infradeclaración de este tipo de contingencias que caracteriza a nuestro sistema de declaración”. De ellas, 426 fueron con baja lo que manifiesta que además de declararse pocas, “la mayoría no causan baja médica”. Los ugetistas lamentan que las enfermedades profesionales “siguen silenciadas, atrapadas en ese entramado de intereses (INSS/mutua) conocido y consentido por el Ministerio de Empleo”.
Un cambio radical del modelo
UGT recalcó que la crisis económica transformó de manera “radical” el modelo de relaciones laborales y la precariedad define hoy un mercado de trabajo en el que la contratación temporal y a tiempo parcial y la alta rotación entre empresas “ganan espacio a marchas agigantadas” y las altas tasas de paro y el miedo a perder el empleo “convierten en papel mojado los derechos de los trabajadores”.En este contexto, la central lamentó que el legislador decretó la unilateralidad empresarial como forma de gestión de la prevención en las empresas españolas. Y todo esto se traduce en un coste sobre la salud y seguridad de los trabajadores.
Recursos para la inspección
Entre las demandas de UGT para atajar la situación, destacaron la necesidad de más medios y recursos para una Inspección de Trabajo que es “esencial” para el control del cumplimento de las normas, y mayor dotación para las unidades de Seguridad y Salud, “fundamentales para el desarrollo de campañas de control y asistencia técnica”.Asimismo, reclamaron mayor control de la Administración para que aquellas empresas que fueron sancionadas con carácter grave por incumplir sus obligaciones preventivas, “no puedan contratar con las administraciones públicas la realización de obras y servicios”. Además, reivindicaron que los aspectos relacionados con la política preventiva de las empresas, así como los recursos de los que disponen y el grado compromiso con la seguridad y salud de los trabajadores, “sean elementos esenciales de cualquier proceso de licitación y posterior concesión, pública”.
Representación en las pymes
UGT también considera “imprescindible” contar con un delegado territorial en Castilla y León, que cubra el vacío de representación específica que en estos momentos hay en el 95 por cento de las empresas de nuestra Comunidad, “garantizando el cumplimiento de las normas preventivas en las pymes y micropymes y por tanto, incrementando los niveles de seguridad en estas pequeñas unidades productivas”.Provincias
Por provincias, la siniestralidad laboral se redujo únicamente en León, donde se contabilizaron 3.669 accidentes, un 1,5 por ciento menos. Por el contrario, se elevaron en Salamanca (2.913), un 15,7 por ciento; en Valladolid (5.077), un 12,6 por ciento; en Burgos (4.403), un 9,9 por ciento; en Segovia (1.858), un 9,6 por ciento; en Palencia (1.679), un 9,2 por ciento; en Zamora (1.479), un 5,6 por ciento; en Ávila (1.164), un 4,7 por ciento; y en Soria (1.066), un 4,1 por ciento.Cabe destacar que siete trabajadores no regresaron a sus hogares al fallecer en accidente en León y Valladolid, en ambos casos; otros seis perdieron la vida en Salamanca; cinco en Burgos; dos en Ávila y Segovia, en cada una y uno en Zamora.
Por lo que se refiere a los accidentes in itinere, descendieron en Burgos (339), un 18,7 por ciento; en Zamora (97), un 8,5 por ciento; en Ávila (112), un 6,6 por ciento; y en Segovia (142), un dos por ciento. Por el contrario, subieron en Valladolid (737), un 19,6 por ciento; en Palencia (212), un 12,7 por ciento; en Salamanca (328), un 12,3 por ciento; en Soria (71), un 5,9 por ciento; y en León (475), un 0,2 por ciento.
En cuanto a las enfermedades profesionales con baja, se declararon 95 en la provincia leonesa; 81 en la burgalesa; 80 en la vallisoletana; 57 en la soriana;48 en la salmantina; 28 en la segoviana; 26 en la palentina; 13 en la zamorana; y ocho en la abulense.
