Sebastián Román: "Más que un Dios soy un obrero"

Sebastián Román es un artista capaz de construir ciudades que hunden los cimientos en su imaginación y se levantan a base de residuos tecnológicos. Y lo hace desde un pequeño taller en la Valduerna.

D.L. Mirantes
08/04/2017
 Actualizado a 10/09/2019
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– ¿De qué pecados te confiesas?
– De ser un chatarrero tecnológico.

– ¿Más chatarrero o artista?
– Cojo lo bueno de los dos. Lo de la máscara del chatarrero es como el que va vendiendo, es para conseguir todo esto.

– ¿No hay un poco de vanidad, de querer ser Dios, convertir chatarra en tu creación?

– Suelen ser visiones y reflexiones de un futuro. Más que un Dios me veo como un obrero... Es una reflexión sobre esta marea de residuos que estamos generando sin ningún tipo de cabeza. La gente que vivimos en los pueblos vemos como se acumula chatarra y basura en las ciudades y se generan cada vez más residuos.

– Hablas de lo rural y en eso tu caso es paradigmático. De la Valduerna a Milán, Nueva York...

– Cogí un concepto del mundo del arte que dice que cuando quieres disfrutar de una obra tienes que alejarte. He vivido en Madrid, en Milán, me he paseado por Berlín, por Roma... Me encantan las ciudades, vivir en ellas, pero necesito alejarme de ellas. El resultado de todas estas piezas es esa visión de un tipo que va de un pueblo a ver una ciudad. Al nacer en la Valduerna, un sitio tan alejado de la urbe, estoy favorecido para mantener esta visión tan distinta de la ciudad.

– Lo que sobra de las ciudades, desde tu pueblo, lo mejoras para el mundo.
– Es justo lo contrario de hacer un factoría. Es como lo que pasó en España a los 60, la gente se tuvo que ir para trabajar, los que tuvieron que irse a la ciudad.

– ¿Cuánto te cuesta hacer Arte?
– Dicen que somos unos valientes por intentar ‘ir’ a la ciudad desde un pueblecito sin tener un aspecto de artista... Intento ser como soy, una persona normal porque es el peso de la obra lo que te da el valor, el que puedan ver que eres capaz de hacer este tipo de cosas.

– Y eres capaz de ofrecer una visión original de la ciudad con mayor facilidad que alguien pegado a las calles.
– Intento ser original, porque en el Arte es importante diferenciarse, y expresarme desde mi lenguaje y que la gente lo entienda.

– Y ahora quieres llegar al Vaticano, a Roma.

– Me he presentado para unas becas, pero me está costando (entre risas) porque desde aquí es casi imposible manda un mail.

– ¿Algún pecado más?
– Un proyecto que hago por amor al arte para intentar mezclar en estas ciudades (las que recrea en sus obras) una parte real y otra que sea de mi imaginación.

– No es un pensamiento impuro.
– Ya, es que me llevo bien con el cura...
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