San Miguel de las Dueñas se abre a las visitas

El monasterio de San Miguel de las Dueñas se fundó allá por el año 969 y guarda entre sus muros más de mil años de historia, que ahora se pueden conocer un poco más gracias a las visitas guiadas que ha puesto en marcha una empresa de cultura y eventos berciana, Dinamia. Unas visitas de los exteriores, la iglesia y virtual del monasterio que, inicialmente, se realizarán para grupos a partir de seis personas y bajo reserva. “Dependiendo de la demanda estudiaremos establecer un horario continuado de visitas”, explica el gerente de Dinamia, Miguel Fernández.

En estas visitas tratarán de trasladar al visitante también la riqueza arquitectónica y artística con la que cuenta el monasterio, además de todos los avatares históricos que ha sufrido el convento, incluido cuando estuvo a punto de desaparecer tras el descubrimiento de América o cuando fue relegado de abadía a priorato. Desde Dinamia destacaron el gran interés que tiene su visita, que hasta ahora estaba relegada a la iglesia y los exteriores y que, a partir de ahora, “dará un pasito más”.

“Lo habitual era ver la iglesia y los exteriores, ahora hemos dado un pasito con el que vamos a poder ver este coro, que es una maravilla, con su relicario y su órgano y estamos ya en una zona que sería clausura. Es un pasito que para nosotros es muy importante y nos permite hacer algo nuevo”, explicó Fernández, que puntualizó que esas visitas tratarán de interferir lo menos posible con la vida normal de las 22 monjas que habitanen la actualidad en el convento de San Miguel.

Las visita tendrá un precio de 2,5 euros -gratis para niños- y con duración de una hora, que incluye una visita exterior y a la iglesia y otra virtual del monasterio, que se acompañará de materiales como un tríptico que recoge una breve reseña histórica y de sus características arquitectónicas y artísticas, así como la proyección de un audiovisual que sirve de “colofón” a la visita.

Para el historiador Vicente Fernández 'Tito', el monasterior de San Miguel es “una auténtica joya, un auténtico tesoro”, especialmente por su valor arquitectónico y artístico que lo convierte en uno de los monasterios femeninos más importantes del Bierzo. Así, destaca su claustro reglar, que fue construido por el mismo arquitecto que acabó las obras de la catedral de Astorga, su sala capitular, su bella portada románica del siglo XVII o el retablo relicario del siglo XVII, así como la escultura de la Virgen Majestad o las tallas manierista del Santo Ecce-Hommo o barroca de San Guillermo de la escuela de Gregorio Fernández.