Sahagún es el Camino

Siguiendo el itinerario francés para llegar a Compostela, la provincia de León recibe con una población desbordante de rico patrimonio, como es Sahagún. Valioso arte de distintos periodos nos aguarda en múltiples templos abiertos al visitante

Javier Revilla
21/08/2017
 Actualizado a 17/09/2019
El Santuario de la Peregrina, que corona la población desde su atalaya, fue fundado a mediados del siglo XIII por los franciscanos. | DANIEL MARTÍN
El Santuario de la Peregrina, que corona la población desde su atalaya, fue fundado a mediados del siglo XIII por los franciscanos. | DANIEL MARTÍN
Está a medio camino de Santiago de Compostela si se hace la más antigua y tradicional ruta jacobea, el itinerario francés marcado por el Códice Calixtino. Pero también es enlace del llamado camino madrileño. Sahagún, por lo tanto, marca el camino.

Su importantísimo pasado, como uno de los centros más potentes del monacato cluniacense europeo, evidencia la grandeza patrimonial que hoy día posee la villa de Sahagún. Quizás los restos que quedan del real monasterio de San Benito sepan a poco teniendo en cuenta la descomunal importancia que este tuvo en otros tiempos; aun así, las ruinas de la capilla, la torre del reloj o el arco son evidencias espectaculares.

Debemos entender, eso sí, que la cronología de los elementos arquitectónicos que se conservan de aquel monasterio es muy variada y distante. La llamada capilla de San Mancio es del siglo XII, mientras que «el arco» corresponde a una nueva entrada al monasterio que se construyó a mediados del siglo XVII.

La fundación del monasterio o un primitivo templo cristiano dio origen al propio poblamiento de la villa, pues su nombre deriva de San Facundo, uno de los santos (junto a San Primitivo) que supuestamente fueron enterrados aquí tras su martirio en época romana, hacia el año 300 después de Cristo.

El verdadero artífice de que los monjes de Cluny llegasen a Sahagún en el siglo XI fue el rey leonés Alfonso VI, quien tras morir en Toledo a la postre sería enterrado en el monasterio facundino como era su deseo. Hoy su humilde sepulcro (no se conserva el fastuoso original sobre leones de alabastro) puede visitarse en la inmediata iglesia de Santa Cruz, donde hay además un valioso retablo del siglo XVIII realizado por el afamado Joaquín de Churriguera. Este templo actualmente lo mantienen las Madres Benedictinas, las cuales poseen un interesantísimo museo de arte sacro; en él podremos ver también otra de las joyas facundinas, como es la monumental custodia realizada por el platero Enrique de Arfe en el siglo XVI.

Y aunque la Virgen Peregrina tiene su propio santuario, hasta el que luego nos acercaremos, casi todo el año puede también contemplarse y recibir culto en el museo de las MM Benedictinas. Se trata de una escultura maravillosa realizada por Luisa Roldán o «La Roldana» en el siglo XVII.

Al pie de los restos del monasterio y del museo religioso tenemos la imponente iglesia de San Tirso. Tiene entrada libre, aunque hay que tener en cuenta que cierra los domingos por la tarde, los lunes y los martes. San Tirso es una de las joyas del románico mudéjar de Sahagún, datándose su origen en el siglo XII. Comenzó a edificarse en piedra, como puede verse en el arranque de su ábside, pero se completó en ladrillo magistralmente. Sobresale su torre, de planta rectangular y tres cuerpos, en los que se suceden arcos de herradura y apuntados, algunos separados por columnas pétreas.

Si San Tirso es una de las joyas del mudéjar español, no se queda atrás la parroquia de San Lorenzo. En este caso ya toda su construcción es de ladrillo, datándose entre los siglos XII y XIV. Este templo tiene planta basilical, con tres naves, rematando en ábside tripartito decorado al exterior con arcos de herradura. Destaca su soberbia torre, cuadrangular y majestuosa, con cuatro cuerpos que van aumentando el número de vanos conforme va ascendiendo.

Anexa a la iglesia de San Lorenzo está la capilla de Jesús Nazareno, donde actualmente se encuentra el Museo de Semana Santa. Deberemos acceder por aquí para visitar la iglesia, pero desde luego aprovecharemos también para disfrutar del valioso arte que despliega Sahagún en sus tallas procesionales, siendo uno de los conjuntos más valiosos de la provincia en este sentido. Sólo contemplar los pasos de La lanzada de Longinos, El Descendimiento o El Santo Sepulcro ya merecen un viaje.

Por el casco urbano de Sahagún podemos seguir viendo otro templos, pues es inmenso su patrimonio religioso. La iglesia de la Santísima Trinidad cobija actualmente al albergue de peregrinos. La ermita de San Juan de Sahagún, levantada sobre el solar de la casa natal del santo, guarda una talla impresionante obra de Gregorio Fernández.

Disfrutaremos del paseo contemplando además la arquitectura civil facundina, con bonitas calles y plazas, algunas soportaladas. Nuestro deleite se completará acompañado de la rica gastronomía local. Y otra buena opción será acercarnos hasta la ribera del río Cea para contemplar el puente de Canto, una bella obra de ingeniería levantada en el siglo XVI. No queda lejos tampoco el río Valderaduey, donde también podremos ver la Ermita de La Virgen del Puente.

Eso sí, para terminar nuestro viaje a Sahagún subiremos hasta el Santuario de la Peregrina que corona la población desde su atalaya. Fue fundado a mediados del siglo XIII por los franciscanos y nuevamente nos encontramos aquí con un magnífico edificio construido con ladrillo mudéjar. Tras su reciente restauración, actualmente podemos disfrutarlo pagando una mínima entrada. Su interior muestra una gran austeridad decorativa, lo que permite contemplar su impresionante arquitectura. Destacan por ello además las yeserías mudéjares de una de sus capillas laterales. La visita a La Peregrina además se suele compaginar con interesantes exposiciones temporales, mostrando actualmente obras del fotógrafo Fernando Redondo.

Visto este completo recorrido por Sahagún y su ingente patrimonio, seguramente coincidan conmigo en que no habrá opciones más adecuadas para disfrutar de una concentración artística de tanto nivel en otros puntos de la provincia. Por ello decíamos al principio que Sahagún es el Camino.
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