Rulo: "En este disco hay más luz"

Rulo y la Contrabanda actúan este viernes a las 22 horas en Espacio Vías dentro de la gira de presentación de ‘El doble de tu mitad’, su tercer álbum en solitario

Sergio Jorge
10/03/2017
 Actualizado a 18/09/2019
El músico de Reinosa presenta este viernes en Espacio Vías su tercer disco en solitario, ‘El doble de tu mitad’, tras una gira llenando todas sus citas.| JOSÉ GIRL
El músico de Reinosa presenta este viernes en Espacio Vías su tercer disco en solitario, ‘El doble de tu mitad’, tras una gira llenando todas sus citas.| JOSÉ GIRL
Cuenta Rulo que si tarda tanto en publicar un nuevo disco es que necesita un tiempo de desconexión total. Son meses "no de viajar, sino de perderse" para así poder "componer en soledad", él solo, "con una guitarra y un papel". Lo ha hecho siempre, tanto cuando era el líder de La Fuga, esa banda salida de su Reinosa natal que logró congregar a miles de personas en cada parada de su gira, como ahora al frente de Rulo y la Contrabanda, con los que acaba de publicar ‘El doble de tu mitad’ y que presenta este viernes en Espacio Vías a partir de las 22 horas.

El músico cántabro explica que «en este disco hay más luz", después de ‘Especies en extinción’, que reconoce que era "más oscuro". "Depende siempre del estado vital, pero este tiene más luz", insiste, a la vez que recalca que "es difícil explicar las canciones". Porque en este álbum se entrevé una de sus máximas: "Cantas lo que has sangrado o lo que has gozado". Y por eso ahora hay "más optimismo", pero tampoco es premeditado, ya que sus canciones se deslizan y surgen cuando está en esos periodos de alejamiento de todo y todos. Y eso que en alguna ocasión ha compuesto "en una noche", como fue el caso de ‘Tu alambre’ u ‘Objetos perdidos’.

Lo idóneo es entre 1.000 y 2.000 personas, es donde mejor me siento

Por eso hay amor, por eso hay desamor, como lo ha habido siempre en los cerca de un centenar de temas que compuso en La Fuga y la treintena que lleva en solitario. Pero lo más difícil para Rulo es que haya algo que busque "premeditadamente", por muy doloroso que sea. "No pienso en hacer una canción sobre algo, y si me hubiera planteado ‘La reina del barrio’, no hubiera salido". Habla de uno de los temas del último álbum, en el que la protagonista es su abuela, "que lleva 20 años despidiéndose", pero también su suegra, "que tiene 60 años y un alzhéimer muy avanzado".

Hay más que han nacido de un dolor interno, como ‘Divididos’ o ‘Primavera del 87’, de La Fuga. "Pero no te sientes a pensar de qué va a ir una canción, muchas veces lo descubro después, cuando ya está hecha y en la calle", explica sobre su forma de componer. Por eso no es de extrañar que sienta un "vértigo" cada vez que saca un nuevo álbum, también porque su particular forma de concebir cada disco le aleja de los fans durante un buen tiempo, para luego preguntarse si se han olvidado de él, si le van a seguir cuando esté de nuevo sobre el escenario. Este viernes tendrá una nueva oportunidad de demostrarse que sus incondicionales están siempre ahí, tanto "los de 40 años que estaban ya con La Fuga como los de 20 años que se unen ahora" y que llegan a su antigua banda gracias a él."Es bonito que se mezclen", reconoce.

"Menos mal que me fui", asegura sobre La Fuga, entonces un "crucero de lujo"
Y después de once conciertos, con diez llenos absolutos, no le cabe la menor duda de que este viernes Espacio Vías estará al completo para disfrutar de sus guitarras, de sus palabras pegadizas, de sus alusiones a lo más profundo de sus sentimientos pero también a otras preocupaciones.

Asegura que no conoce Espacio Vías, porque en León ya ha tocado en la Oh! y en la Plaza de Toros, pero confía en que todo vaya bien: "Me escribió Carlos [Escobedo] para decirme que se había suspendido el concierto por un fallo eléctrico, pero tenemos un papel del Ayuntamiento asegurando que no va a haber ningún problema", especifica para tranquilizar a los seguidores que duden tras la cancelación de Sôber justo hace una semana.

Apunta además que el escenario leonés será el más pequeño de toda la gira, puesto que en la mayoría de las ciudades en las que ha tocado o actuará en los próximos meses son salas "de 1.000 a 2.000 personas", aunque en la Riviera o el Palacio de los Deportes de Madrid es siempre más. "Para mí lo idóneo es entre 1.000 y 2.000 personas, es el aforo en el que mejor me siento", señala. Y eso que sabe bien lo que es empezar en pequeños bares, pero también en grandes escenarios, como cuando hacía esas giras con La Fuga en la que había 15.000 personas y se abrían los estadios para la banda cántabra, o como en León, en la Plaza de Toros.

La felicidad no es tocar para 15.000, es cuando terminas y te abrazas a los demás
"Los festivales es lo que menos me gusta, a muchos decimos que no. Disfruto tocando en todos los lugares, pero donde menos es ahí, porque tocas una hora o una hora y media", señala Rulo, que recalca que "la música no hay que hacerla ni con reloj ni con calculadora". Pero también especifica que el público de este tipo de conciertos es mucho más heterogéneo, no siempre van por su banda, aunque no dude en afirmar que "son un escaparate", sobre todo en su situación, que están "en expansión".

Las conversaciones con Rulo siempre van y vienen por su presente, pero también por su futuro y su pasado. Es obvio que no tiene aún la cabeza puesta en nuevas canciones, por más que haya "tiempos muertos en las giras, en los hoteles". Y menos ahora que enfila pronto sus conciertos en Madrid y Barcelona, con algunas fechas con todas las entradas vendidas, así como sus salidas a México y Argentina, puesto que su presencia en Centroamérica y Sudamérica es ya una cita obligada con todos sus discos.

Pero el pasado también está tan presente en Rulo porque La Fuga fue un grupo que fue capaz de introducir en el rock a mucha gente que no era tan amante de este género. Pero sobre todo porque su éxito se demostraba en ventas de discos y de entradas. Pero todo aquello se acabó, por lo menos para Rulo, pese a que era el alma máter del grupo, por "problemas personales". "Y menos mal que me fui", asegura aliviado. Aquello era estar en "un crucero de lujo", tanto económica como socialmente, ya que los llenos absolutos y el reconocimiento eran la pauta habitual, "pero no te metes en la música para ganar mucho dinero". Y eso que "eso solo fueron los dos o tres últimos años".

"Los festivales es lo que menos me gusta, la música no hay que hacerla con reloj"
La banda se partió en dos, y como estaba «fingiendo» en los escenarios, decidió irse (y con él Fito), "porque de ahí no se iba a ir nadie". "Es como si sigues con una pareja a la que no quieres o con la que no te llevas bien», de ahí que decidiera emprender esta "más que valentía, temeridad" que ahora se llama Rulo y la Contrabanda.

"La felicidad no es tocar para 15.000 personas, lo guay es cuando terminas y te abrazas con los demás", asume el líder de una banda que se ha volcado con él y que siempre le "arropa" cuando toma una decisión, mientras que antes todo eran pegas, como la gira de teatros que inició con La Fuga y que desde que actúa en solitario ha continuado con un gran éxito de público.

Aun así detalla que está "muy en paz" con su anterior etapa musical, después de "un año de depresión". Prueba de ello es que hoy no faltarán algunos temas de La Fuga, porque siempre hay dos o tres. Quizá sean ‘En vela’, ‘Miguel’ o ‘Jaleo’, o quizá el más conocido, ‘P’aquí, p’allá’, que son las que ha tocado en sus giras anteriores. Son los "guiños" que siempre hace a su pasado pero con el objetivo de que sus fans, los de antes y los de ahora, vivan con él unos eternos ‘Días dorados’.
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