Roberto Larralde "era un marido molesto" y Miriam tenía pensado matarle "desde hacía tiempo"

La acusación particular sostiene que las "ratas" que mataron al boxeador actuaron "como en ETA" con uno "que da la orden de matar" que sería Julio

I. Herrera
23/02/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Ministerio Fiscal y acusación particular expusieron este miércoles sus informes finales. | CARLOS S. CAMPILLO (ICAL)
Ministerio Fiscal y acusación particular expusieron este miércoles sus informes finales. | CARLOS S. CAMPILLO (ICAL)
Practicadas todas las pruebas del juicio por el crimen de Roberto Larralde, llegó este miércoles el momento de los alegatos finales de las partes para tratar de convencer a los jurados de sus tesis a favor o en contra de los acusados. Este miércoles fue el turno del Ministerio Fiscal y la acusación particular que, en las cinco horas de sesión, esgrimieron los argumentos por los que creen, los siete acusados han de ser declarados culpables, cinco de ellos como autores del asesinato del boxeador en septiembre de 2014 en distintos grados.

Según el fiscal «Miriam –la viuda de la víctima y acusada de inducir al crimen– es el móvil del asesinato» al querer «librarse de un marido molesto y consolidar su relación sentimental» con Julio. Apelando a la sensibilidad de los jurados, el representante del Ministerio Público les pidió que pensaran en toda la vida que tenía Roberto por delante cuando se la segaron a los 37 años edad, o en el dolor de unos padres que pierden a un hijo para, acto seguido defender su postura, que pasa por hacer culpables del asesinato a los cinco primeros detenidos: la viuda, Miriam; su amante, el empresario maderero Julio López; el presunto autor del disparo que mató a Roberto, José Ramón, que habría actuado a cambio de un precio; el detective privado amigo de Julio, Froilán Álvarez, que supuestamente asesoró a los dos inductores, y Carlos Heli, el empleado de Julio que supuestamente se encargó de deslocalizar el móvil de Ramón mientras este cometía el crimen.

El fiscal defendió que la víctima, Roberto Larralde, «era trabajador, buen padre, buen amigo y buen marido» por mucho que se haya tratado de criminalizar a él y a su familia.

Por todo ello, solicitó a los jurados que, aunque no haya prueba directa contra los acusados, «sumen los indicios» para condenarles. A juicio del fiscal, Roberto era para Miriam un «marido molesto» y «tenía pensado matarle desde hacía tiempo». Por eso «influyó sobre Julio» para organizar el crimen que habría sido ejecutado por José Ramón la noche del 13 de septiembre de 2014 a cambio de un precio. «Tuvo que ser a las once de la noche –dijo el fiscal– porque si no Ramón no habría podido matarle», de acuerdo a las grabaciones del Bar Granada que le sitúan a partir de esa hora en el bar. En todo caso, la hora no ha sido determinada con certeza por los forenses, que apuntan que se produjo entre las once de la noche del día 13 y las once de la mañana del 14.

Tampoco existe convicción, a tenor de las pruebas, de que a Roberto le mataran en el mismo lugar en el que encontraron su cuerpo casi una semana después, en un paraje situado al lado del río Bernesga en Santa Olaja de la Ribera. En todo caso, el fiscal se mostró convencido de que sí fue allí donde Ramón ejecutó de un disparo por la espalda a Roberto.

«Sin Miriam no existe delito»


El abogado de la familia Larralde, Marcos García Montes, realizó un informe final aferrado a los sentimientos, especialmente a los de los hijos de Roberto y Miriam con los que, dijo, ha sido imposible conseguir un acercamiento a su madre a la que, como ya contó la madre de Roberto en su declaración, llaman ‘la asesina’. El letrado reprochó a Miriam que, desde que saliera en libertad condicional, no haya mandado dinero a sus hijos ni se haya interesado por ellos ni haya solicitado ante un juez un régimen de visitas, pues viven con sus abuelos paternos. No obstante, cabe señalar que en el sumario consta una denuncia de fecha 7 de julio de 2015 mediante la cual Miriam solicita que le devuelvan a sus hijos.

Según García Montes, el «odio» de Miriam, su «desamor» y su «no tener escrúpulos» es lo que hizo que en vez de divorciarse de su marido, «lo mató». De hecho cree que el episodio de malos tratos acaecido en 2010 que se saldó con una pena de trabajos en beneficio de la comunidad (más seis meses de prisión preventiva) para Roberto y una orden de alejamiento «fue la antesala del crimen». «Ojalá te hubieras separado entonces en vez de matar a tu marido, pero aún no estabas enamorada de Vito Corleone», le dijo a Miriam comparando a Julio con el capo de la mafia siciliana protagonista de El Padrino.

Y es que tal y como expuso, los cinco acusados a los que atribuyen la participación en el plan del crimen y a los que se refirió como «ratas» actuaron, dijo, «como ETA, hay uno que da la orden de matar», y ese sería Julio. A él y a Miriam los considera inductores del asesinato, a Ramón el autor y a Froilán y Carlos cooperadores necesarios. «Y en esta cadena delictiva, sin Miriam no existe delito», señaló.

Acerca de los otros dos acusados, Antonio Gabarri y Adrián Martínez, dijo que en su día les atribuyó participación en el asesinato «por su actitud obstructiva», pero que en el juicio «han visto que no tenían nada que ver con el crimen, son dos buenas personas». Al resto de acusados cree que hay que condenarles por asesinato sin olvidar que «los indicios son pruebas, no son sospechas». García Montes finalizó su exposición con un ‘epitafio’: «Roberto Larralde Ucera, tu familia, tus abogados, tus hijos, tus amigos, no te olvidan. Te queremos y estaremos contigo».

Este jueves comenzarán su exposición final las defensas.

Piden al menos 20 años para los 5 principales acusados y dejan al margen a Gabarri y Adrián


Ministerio Público y acusación particular mantienen en sus conclusiones finales las peticiones de condena para los cinco principales acusados por el crimen de Roberto Larralde. 20 años por asesinato para cada uno de ellos, José Ramón Vega, Julio López, Carlos Heli y Froilán Álvarez, y 23 en el caso de Miriam Caballero por el agravante de parentesco.

Además, a José Ramón le piden dos años más por tenencia ilícita de armas, el mismo delito que atribuyen a Antonio Gabarri y a Adrián Martínez como facilitadores del arma homicida, a los que el fiscal rebaja la petición de pena de los dos años que pedía para cada uno a 6 meses y un año respectivamente, aplicando la atenuante de confesión para ambos y la de drogadicción para Gabarri (la acusación particular pide un año de prisión para cada uno de ellos).

El Ministerio Fiscal explicó también al jurado que, para evitar que si no consideran a Froilán y a Carlos culpables de asesinato como cooperadores necesarios salgan absueltos, ofrece la alternativa de cómplice, con una pena solicitada de diez años para cada uno de ellos.

Las defensas, por su parte, elevaron este miércoles a definitivas sus conclusiones provisionales. En el caso de los cinco acusados principales pidiendo la absolución, y conformándose con pequeñas condenas menores a un año en el caso de Antonio Gabarri y Adrián Martínez.
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