30/07/2017
 Actualizado a 11/09/2019
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La canícula está haciendo estragos y ahora nos da por venirnos arriba y solucionar el mundo, que es una cosa que se hace bien en vacaciones, aprovechando que nunca falta un veraneante que te escuche con cara de estar atendiendo.

Ya lo decía el pedáneo de Almuzara cuando lo de las Torres Gemelas —aviso, a las cinco de la mañana y en el baile que invita la guardia civil por el Pilar—: «Lo que le pasa a Estados Unidos es que necesita un presidente con dos cojones, como lo tiene Almuzara». Le faltó añadir, «que soy yo». Y es que en aquella época estaba en la cima de su popularidad porque había cazado un jabalí con la guadaña y eso en la ruralidad es como si haces un milagro cuando estás esperando para que te santifiquen, que hay casos.

Vuelvo al suco, que me esnorto. Venía la cosa a cuento de que ahora resulta que en los Plenos de los pueblos «nos han exhortado» a que riñamos a Pudemón «por la deriva». Y hay que perderse, es un decir, la hora del vino para debatir sobre si le amenazamos, sólo le recriminamos o directamente le ofrecemos una ración de mango del azadón, que para eso lo llevas en el coche. Ya dice Sidoro: «Ome, no me jodas». Y eso que él es de los que más teórica sabe porque estuvo de pensión en el Turó de la Peira.

- Ríndete Pudemón o mandamos p’allá unos efectivos; es la declaración que vamos a llevar al debate, recordando aquel telegrama que el presidente de la Junta Vecinal de Rodillazo le mandó a Ronald Reagan ante la invasión de la isla de Granada: «Ronald, o salís ya o en 48 horas tomamos medidas». Oye, y salieron.

Pues marcho para el Concejo, que ya tocan. La verdad es que por lo menos los veraneantes no podrán meter el tema de que «huele a cucho», que le dirá el pedáneo que «estamos en cosas de mucho más calado».
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