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¿Ribera contra Montaña?

24/05/2015
 Actualizado a 15/09/2019
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Tengo una rama genealógica en la ribera del Porma y la otra en la montaña del Curueño, así que mal podría yo decidirme por una de las dos zonas luchísticas en las que se dividen y agrupan los practicantes del deporte leonés más tradicional y autóctono en el corro que cierra la temporada todos los años en el otoño y que reproduce un enfrentamiento tan antiguo como la propia lucha leonesa: la Ribera contra la Montaña (y la Montaña contra la Ribera, claro); una división que marca sobre el territorio la vía férrea del viejo tren de La Robla en su camino hacia el País Vasco como en la guerra civil señaló la de los dos bandos en disputa durante parte de su recorrido.

Fuera de eso, la montaña y las riberas leonesas no sólo no han estado enfrentadas nunca entre ellas sino que se complementan geográficamente, económicamente y hasta socialmente. En los tiempos en que aún el comercio era local, los productos de la Montaña se comercializaban en los mercados de la Ribera y al revés. Y todavía hoy, los dos hábitats más característicos de la provincia leonesa junto con las llanuras del sur se relacionan comercialmente entre sí siquiera sea por la costumbre o porque las comunicaciones así lo imponen: para ir a la Montaña hay que subirnecesariamente por la ribera de un río.

El pasado martes Fulgencio Fernández, uno de los periodistas que mejor conoce esa realidad y el que posiblemente más sabe de lucha leonesa, a la que ha dedicado miles de artículos, recogía en este periódico la noticia de la muerte de dos grandes de la lucha leonesa. Ambos murieron el mismo día y ambos representaron a dos lugares tradicionales de ese deporte (Amador Robles a Campohermoso y Cástor Álvarez a La Sobarriba), como después harían sus descendientes. Conocí a los dos y puedo asegurar que nunca se llevaron mal pese a que defendieran a dos comarcas distintas, pues los dos eran gente de bien, personas que luchaban, mientras lo hicieron, por afición y que por eso nunca consideraron a los contrarios sus enemigos.
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