Resacón en León

Como ustedes ya saben Raquel Gago fue condenada culpable tras el veredicto de un jurado popular. El magistrado cambió esta decisión varios días después condenando a Raquel a cinco años modificando el delito de cómplice a encubridora.

El recurso llegó al Tribunal superior de Justicia de Castilla y León, cambiándose la sentencia una vez más por considerar a Raquel Gago, como cómplice de asesinato. Pero no sólo eso, la sala estima el recurso del fiscal y le añade dos años más, por un delito de tenencia ilícita de armas.

Como pueden comprobar la cosa va en aumento, de cinco a doce y de doce a catorce años ¡Casi nada! El abogado defensor de Raquel ya apuntaba maneras de gran artista cuando en mitad del proceso, y en el momento más delicado, decidió emboscarse y estar en paradero desconocido durante día y medio, emulando a Isaac, aquel novio de Falete que quiso tapar una noche de fiesta, que se le fue de las manos, con un secuestro simulado.

Sin embargo, a diferencia de Isaac, al que solo esperaba Falete con la mano abierta (que no es moco de pavo), Fermín consiguió poner boca abajo a media ciudad, volviendo locos a jueces, periodistas, y policías que rápidamente se lanzaron en su búsqueda. Tras el sainete, muchos pensamos que Raquel cambiaría de abogado, pero ya saben que eso de cambiar de caballo en el medio del río no es una buena idea.

Fermín durmió, se recuperó y siguió actuando en el juicio como si nada hubiera ocurrido, como si irte una noche y perfurmarte por los cuatro costados fuera de lo más normal. Y efectivamente no le fue tan mal, hasta el punto de que todo esto le ha salido gratis, y si no visionen la famosa serie-documental sobre el asesinato de Isabel Carrasco en la que se olvidan de él y de la famosa madrugada leonesa, ¡Y no me digan que no es un tema jugoso!

De lo que sí se comenta y mucho estos días en la ciudad, es sobre su vuelta a la noche leonesa (atrás queda la etapa de abogado de Gago), como asesor de una compañía teatral. La experiencia en perfomances cierto es que la tiene demostrada, y con Malena Gracia, asistirá a una gala en el mítico Café Azaila 1930. Al día siguiente se trasladarán a la Plaza del Grano para apoyar las obras. Después de los días de pancartas y contrapancartas, flores, musicólogos y vecinos indignados, esta podría ser la guinda del pastel.

Resumiendo, Fermín acompañado de una vedette, viene a echarse unas risas, mientras su exclienta (imagino que atónita) lo contempla desde la cárcel.