07/02/2016
 Actualizado a 15/09/2019
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Dirán que soy algo pesado con mis lamentos sobre el carácter leonés, que más de una vez he juzgado excesivamente autocrítico e ingrato con sus figuras más destacadas, pero el hecho de pasar media vida entre asturianos, siempre dispuestos a pregonar –y a exagerar un poquito si es menester– las excelencias de todo lo relacionado con su tierra, hace que perciba el contraste de forma demasiado nítida.

Podría decirse, por ejemplo, que la selección española de balonmano, dirigida por el leonés Manolo Cadenas, acaba de conquistar la medalla de plata en el Campeonato de Europa de Balonmano, obteniendo la mejor posición en el europeo en diez años, tras una excelente actuación en el conjunto del torneo, y consolidándose como una de las selecciones más poderosas del mundo. Sin embargo, un medio de prensa local contaba en portada, el lunes pasado, que el equipo nacional, al mando del leonés Manolo Cadenas, había fracasado por cuarta vez en su lucha por el oro. Viva la alegría.

Al norte de Pajares, los titulares deportivos de la televisión asturiana suelen ser de este tenor: «El Sporting perdió ayer en un partido en el que fue claramente superior y en el que la actuación arbitral fue decisiva». Ahí queda eso.

Comentando este asunto con un querido amigo que no pocas veces ha padecido por causa de nuestra idiosincrasia, me contó una anécdota que a su vez le había narrado Jesús María Cantalapiedra. Una comitiva de touroperadores japoneses se había desplazado a España para conocer León y Asturias, y, como es natural, las autoridades de ambas provincias se esforzaron por agasajar a los visitantes y ofrecerles la mejor cara de sus atractivos turísticos y gastronómicos. Al finalizar la visita a León, nuestra prensa local criticaba el gasto destinado a obsequiar a los nipones, considerándolo un dispendio excesivo. Cuando poco después concluía la visita a Asturias, la Nueva España abría con el siguiente titular: «Touroperadores japoneses descubren el paraíso».

León ha tenido siempre, por nacimiento o por adopción, figuras punteras del balonmano, desde el entrañable tevergano Hermano Tomás, hasta el actual seleccionador del equipo nacional femenino de Chile, Juan Antonio Moreno, pasando, desde luego por Juanín García y el propio Cadenas. Todos han sufrido siempre la escasa atención que el periodismo deportivo suele prestar a este deporte en España, así que sería bueno que al menos en su tierra sintieran algo más de calor. A estas alturas ya ni siquiera los inviernos de León son fríos.
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