Puesta de largo del Centro de Día de Valencia de Don Juan

Alcordanza es una palabra que proviene del leonés y que significa recordar. También es el nombre de la Asociación de Enfermos de Alzheimer de Valencia de Don Juan, una entidad que lleva cuatro años brindando a toda la comarca el servicio de Unidad de Respiro. Este viernes han celebrado la puesta de largo de las nuevas instalaciones del recién estrenado Centro de Día. Al acto inaugural ha acudido Alicia García, consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León. Junto a ella ha estado Juan Martínez Majo en calidad de alcalde de la localidad coyantina y como presidente de la Diputación de León. Este ha destacado ante todo el trabajo de los voluntarios, uno de los pilares junto a las familias, del funcionamiento de Alcordanza y de otra veintena de asociaciones que operan en la localidad.

El Centro de Día albergó en su día el Centro de Salud de la zona y ahora ha sido reconvertido tras una inversión de unos 800.000 euros. Entre otros servicios, prestará el de atención a enfermos de alzheimer que anteriormente ofrecían en la Casa de la Cultura, “un espacio insuficiente” en palabras del propio regidor. Alcordanza cuenta ahora con 32 usuarios de los cuales 15 padecen alzheimer y el resto, también personas mayores, acuden al centro para desarrollar actividades de autonomía personal. Este viernes la visita no interrumpió sus actividades que entre otras se centraban en la estimulación con perros, una de las tantas terapias que los usuarios reciben en el centro y cuyo objetivo es frenar los efectos de esta dolencia y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Alicia García hizo también hincapié en la importancia del movimiento asociativo en la buena marcha de estos servicios y recordó que de las 60.000 personas que padecen alzheimer y otras dolencias en Castilla y León, 12.800 están en la provincia leonesa. Para ellos destinan anualmente desde la Junta 133 millones de euros. Alcordanza es una de las 29 asociaciones de la región, es la que se encarga de velar por aquellos que en el sur de la provincia perdieron sus recuerdos.