22/07/2017
 Actualizado a 15/09/2019
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En principio creemos que el que elige el camino más recto y transitado llega antes o al menos llega indemne, pero no siempre es así. No es sólo que la vida te dé sorpresas, como dice la canción de Rubén Blades, sino que además es una cabrona de cuidado.

Andar por lo segao, que dirían mis abuelas, podría parecer la mejor opción, pero ninguna compañía aseguradora certifica que eso te llevará adonde quieres llegar. Ya he vivido lo suficiente como para conocermuchos casos de lo contrario, gente que apretaba tanto el puño para no soltar la promesa de felicidad que la acabó ahogando. La promesa murió entre sus dedos, morada por lafalta de oxígeno.

También sé que nunca falta quien te señale ese camino segado, aunque en realidad no sepa gran cosa del lugar al que lleva. Apostaría un brazo a que al pintor Antonio López, que estos días está dando clases en el proyecto Cian, en Fabero, hubo decenas que le dijeron, en sus comienzos: «¿pero por qué pintas estas cosas?, ¿no ves que lo que se lleva ahora es lo abstracto/impresionista/simbólico/vete-tú-a-saber».

De poco estoy segura, pero cada vez lo estoy más de que siempre tiene más posibilidades de acertar el que sigue su naturaleza, aunque tenga que ir por ‘lo crecido’, pisando hierbajos y esquivando serpientes. Más ejemplos: el fotógrafo leonés Alberto García-Alix («¿pero por qué retratas esas cosas?») o el poeta Leopoldo María Panero, sobre el que se acaba de celebrar un congreso en Astorga («¿pero por qué escribes esas cosas, hombreee?»).

En estos días atlánticos -he perseguido sus olas desde el norte hasta el sur más al sur- estoy leyendo precisamente un libro sobre escritoras que rechazaron los caminos trillados: Artículo femenino singular, sobre articulistas españolas. Son autoras que, como suele pasar, no se citan cuando se habla del 'canon' del columnismo, en el que se traza una línea casi recta desde Larra a Umbral que llega a Jabois y a otros nuevos, mientras se ignora a Emilia Pardo Bazán, Carmen de Burgos o Magda Donato. Ellas sabían que el único camino bueno es el que elige una misma.
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