Ponferrada, el fervor paso a paso

La Iglesia de San Andrés deja ver una veintena de pasos procesionales preparados para formar parte de la Semana Santa

Mar Iglesias
13/04/2017
 Actualizado a 12/09/2019
Cualquiera de la veintena de pasos que se pueden ver permiten acercarse a la dimensión del fervor religioso de la ciudad, como el Nazareno. | M.I.
Cualquiera de la veintena de pasos que se pueden ver permiten acercarse a la dimensión del fervor religioso de la ciudad, como el Nazareno. | M.I.
Una de las citas claves de la Semana Santa ponferradina está en la Iglesia de San Andrés, donde se custodian los pasos que más tarde pasarán a procesionar . Hasta una veintena podemos ver, con olor a flores recién colocadas delicadamente  por los floristas locales. En medio de las figuras, una pieza peculiar que se suma este año al patrimonio de la Real Hermandad de Jesús Nazareno. Se trata del boceto en barro de la escultura de la Santa Cena, que este año cumple sus bodas de plata. El propio autor, el valdeorrés Xelo de Tremiñá quiso celebrar ese efemérides con el regalo de lo que fue su trabajo durante cinco años en los que esculpió los cuerpos de los 13 integrantes de un paso original que fue bendecido en 1993 por el Obispo en aquel entonces, Brida Mirabent. Se suman a esta pieza los pequeños pasos de la procesión de los niños, cuatro piezas que han hecho fuerte un encuentro peculiar, el de los más pequeños cofrades que ya quieren hacerse grandes costaleros.

Tras ellos, el San Juanín, una talla de Manuel tallista que data de 1814 y que es de las más queridas y simpáticas, por ser porteada por jóvenes que corren hasta la Virgen en la procesión del Encuentro. La Sagrada Urna es otra pieza clave en la imaginería ponferradina, puesto que data de 1634 y fue realizada por Gaspar González. El maestro de las piezas de la ciudad ha sido, desde los años 40 en adelante, José Juan González. Su nombre firma piezas como La Piedad, La Dolorosa y muchas añadidas a pasos existentes como el ángel de la Oración del Huerto, que se suma al Jesús del siglo XVII o los dos sayones de La Flagelación, que acompañan a un Jesús atado obra de Pedro del Valle de 1656. Las piezas más antiguas son del siglo XVII y las más jóvenes, como lo son por naturaleza, los pequeños pasos.
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