– La Fgulem tiene como misión, fundamentalmente, colaborar con la Universidad en actividades que puedan ayudar y completar a la Universidad, así como realizar encargos específicos que le hace la Universidad, como por ejemplo en este momento la gestión económicofinanciera del Centro de Idiomas. Nuestros estatutos recogen también que fomentamos e impulsamos la ciencia, la formación, la tecnología... Otro área importante es ayudar a la transferencia del conocimiento de la Universidad hacia la sociedad en general. Como aspecto esencial, yo destacaría la conexión entre la Universidad y la empresa, algo en lo que hay que poner énfasis.
– ¿A cuántas personas podemos decir que da cobertura la Fgulem?
– La fundación, como áreas fundamentales por movimiento tiene en primer lugar todo el tema de las becas de los graduados en empresas, el ‘paquete’ más grande, y el año pasado dimos 797 becas de inserción laboral en las empresas, y este año, hasta junio, llevamos 423, con lo que previsiblemente superaremos la cifra del año pasado, que para la Universidad de León yo creo que son muchas.
El año pasado dimos 797 becas de inserción laboral en las empresas, y este año, hasta junio, llevamos 423, con lo que previsiblemente superaremos la cifra de 2016 – ¿Consiguen becas para los ya graduados o licenciados?
– Sí, nosotros trabajamos mayoritariamente con licenciados y graduados. Hay un programa en el que pueden entrar estudiantes, sobre todo el de Movilidad internacional, pero lo mayoritario es con graduados.
– ¿Qué tipo de becas son?
– Generalmente son de seis meses, aunque algunas pueden ser ampliables. Son becas que en su mayoría están financiadas por las propias empresas, que hacen en término medio una aportación al becario de un poco más de 500 euros mensuales. La empresa contacta con la fundación y nosotros buscamos candidatos, los presentamos y ellos seleccionan. Tenemos una base de datos amplia que es la que utilizamos cuando nos piden gente.
– ¿Para qué titulaciones son esas becas?
– De todas. Nosotros mandamos de todas. Es la empresa la que nos pide, según sus necesidades, lo que quiere. De Económicas, de Ingenierías, de Informática, de Biotecnología... de todo.
Mandamos a las empresas graduados de todas las titulaciones, es la empresa la que nos pide, según sus necesidades, lo que quiere. Pero hay becarios de todo – Y esos becarios, ¿son recién graduados en la Universidad de León, o para cualquier licenciado que no encuentra trabajo?
– Generalmente han estudiado aquí o han hecho un curso en la Universidad de León, aunque hay algunas opciones abiertas para jóvenes inscritos en el sistema de garantía juvenil o en el servicio público de empleo.
– ¿Hay un tope de edad?
– No, juega más importancia los años en que terminan sus titulaciones que la edad. En el paquete más grande, que no hayan terminado antes de 2014, es decir, tres años. Pero pueden tener 29-30 años, siempre que estén inscritos.
– Y después de esa beca, ¿qué posibilidades tienen de incorporarse al mercado laboral?
– En 2016, el 40,5% de nuestros becarios de inserción laboral se colocaron. El 23,5%, en la misma empresa en la que tuvieron la beca, y el 17% en otra empresa. Además, también funcionamos como agencia privada de colocación, nos piden candidatos para un contrato y se os enviamos. El año pasado atendimos a 488 personas que se interesaron en la posibilidad de tener un contrato, y enviamos a las empresas –que son las que seleccionan– a 551, o sea que es un número importante.
– Y además de las becas, otro gran bloque de la fundación es el Centro de Idiomas, que gestionan ustedes.
– El Centro de Idiomas, de idiomas de enseñanza no reglada, más el Confucio, se gestionan económicamente en la fundación. El año pasado, por ejemplo, en el Centro de Idiomas tuvimos 2.134 alumnos: 1.400 en inglés, 185 en alemán, chino y francés. Es importante destacar también que nosotros recibimos en estos cursos gente de la comunidad universitaria, pero también público en general, de todas las edades.
En el Centro de Idiomas, el próximo curso vamos a orientar la docencia en la línea de la obtención de un certificado de acreditación, porque cada día se piden más – ¿Logran titulaciones oficiales aquí?
– Siguen el curso y después en muchos casos, aunque eso ya lo tienen que solicitar, hacen los certificados de acreditación. Y en el Centro de Idiomas, para el próximo curso, se va a orientar la docencia muy en esa línea de la obtención de un certificado de la acreditación: B1, C1... porque cada día se pide más eso en las ofertas de empleo, sobre todo en el sector público.
– ¿Cuáles son los grandes objetivos que se ha fijado usted al frente de la fundación?
– Hay alguna idea que me gustaría que se hiciera. Una de ellas, que ya la anunció el rector en el Claustro, es poder montar un vivero de empresas, pero exclusivamente para la comunidad universitaria, que aquí no queremos competir con otras instituciones. Un vivero que facilite el arranque de esas posibles empresas e iniciativas. Sería como cubrir otro área.
– ¿Y cómo va ese proyecto?
– Ya está presentado al rector, que lo ha recibido y anunciado. No me atrevo a fijar plazos, pero yo creo que el curso que viene debería entrar en funcionamiento. Hay que cuantificar la inversión, hacer una instalación, tener un mínimo de equipamiento, de infraestructura.
– ¿Y dónde estaría ubicado ese vivero de empresas?
– La propuesta sería estar en la ciudad. En un edificio de la ciudad con una disponibilidad de espacio grande. El rector ya tiene conocimiento de dónde es, pero dejémoslo ahí de momento, hasta que dé el plácet para que el proyecto salga adelante y se establezcan las condiciones.
El vivero de empresas es uno de los proyectos que más me gustarían, y en este tema la Universidad de León se ha ido quedando un poco alejada, pero más vale tarde... – ¿Tiene más metas fijadas?
– Las becas para los graduados en empresas, porque en este año están en marcha dos grandes programas que pueden ser de gran interés y que incrementan la dotación económica para el becario. Hay un programa de ADE de I+D+i e internacionalización de la empresa que creo que aquí encaja perfectamente, estamos ilusionados, creemos que ADE va a apostar por desarrollar ese programa con fuerza, y esperamos que arranque en este segundo semestre. Y hay otros programas también de prácticas no laborales en empresas que en este momento se está terminando de definir pero que pensamos que para octubre o noviembre también se puede poner en marcha.
– Pero su ‘gran sueño’ es quizá ese vivero de empresas...
– Sí, por mi formación profesional, que soy economista, sería uno de los proyectos que más me gustarían. Tengo relación con otras universidades, y en este tema la Universidad de León se ha ido quedando un poco alejada. En Galicia, por ejemplo, tienen ya algo muy bien estructurado; en Salamanca también hay, en Asturias... Y León se ha quedado a la cola, pero bueno, más vale tarde que nunca. Y aunque en este momento hay otros viveros, por parte fundamentalmente del Ayuntamiento, creo que se pueden complementar, no vamos a plantear conflicto porque nos vamos a dirigir sólo a la comunidad universitaria. Y ello animará a que nuestros graduados se lancen, de hecho ya hay proyectos que podrían encajar. Un ejemplo perfecto de respaldo regional, nacional e internacional incluso sería el caso de LegioAgro, que partió de la Universidad de León, alguno es alumno mío. Nosotros podríamos facilitar que terminen siendo una empresa más grande.
PERFIL | Un economista experto en comercio internacional
El director de la Fgulem, el leonés José Luis Placer, es licenciado y doctor en Económicas y Empresariales y catedrático en el área de Comercialización e Investigación de Mercados. Su extensa trayectoria ha estado centrada, sobre todo, en el comercio internacional. Ha pasado por numerosas universidades de otros países (Niza, París, Brasil, Argentina) y es autor o coautor de más de una veintena de publicaciones. Ha dirigido nueve tesis doctorales. También ha ocupado numerosos puestos en la ULE. Su trayectoria profesional le ha llevado hace unos meses a ser nombrado director de la Fgulem, que maneja un presupuesto de 4,7 millones.