Órdago del empleado CR7

Yo no soy quién para juzgar si es un delito fiscal o una falta administrativa, como tampoco puedo decir si se trata de un fraude en toda regla o de una discrepancia a la hora de cumplir obligaciones tributarias, desconociendo que la Hacienda española no es como otras en materia de fiscalidad para los futbolistas acostumbrados a este tipo de operaciones. Pero lo que tengo muy claro es que la rabieta de Cristiano Ronaldo, investigado por un presunto fraude superior a los 14 millones de euros y llamado a declarar para ver hasta qué punto llega la flexibilidad en materia de ingenierías fiscales por parte de los jugadores de élite, también es un órdago al club blanco del empleado estrella. Y si no que le pregunten al presidente de la ‘empresa’.

Tampoco soy madridista, aunque reconozca lealmente y al margen de este caso la valía deportiva de CR7 sobre el terreno de juego y su fama de solidario; nada más hace falta echar un vistazo a las hemerotecas para confirmar lo uno y lo otro. Pero lo que también me ha quedado bastante claro estos días es el tipo de gente que anda suelta por ahí. Por ejemplo, el tipo que reclama hospitales públicos, autovías, educación de calidad y rentas de ciudadanía –esas que yo llamo propinas para holgazanes–, pero cuando el portugués amenaza con irse de España se posiciona a favor de una causa tan tímida como descarada para que se perdone la deuda al luso. Supongo que es para que CR7 se quede en el club blanco metiendo goles en la portería y a la Agencia Tributaria.