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Oportunidades perdidas

29/04/2017
 Actualizado a 08/09/2019
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La mercería ‘La Oportunidad’ era uno de esos negocios que citamos siempre con el apellido «de toda la vida». Digo era porque hace un par de meses que ha cerrado. ‘La Oportunidad’ vendía bragas de perlé a precios muy económicos y calcetines de caballero sin goma a dos euros cincuenta. Los deportivos, tres pares por sólo tres cincuenta. También vendían calzoncillos de algodón y sujetadores generosos, de esos imposibles de encontrar en Oysho.

La mercería ocupaba un local que hacía esquina junto a la Plaza de Abastos de Ponferrada. Antes del cierre, sus dueños pegaron en el escaparate dos carteles con lemas que podría hacer suyos el Gobierno de Mariano Rajoy: «Necesitamos vender» y «Liquidamos nuestras conciencias y bajamos los precios».

La principal diferencia entre los propietarios de la mercería y los del Partido Popular es que los primeros tenían las prendas limpias y a estrenar, mientras los segundos confían en lavar los trapos sucios en casa, aunque al final se les haya desbordado la lavadora con tanta mugre. Aun así, Rajoy es especialista en coladas, como se ha visto con la amnistía fiscal, y buscará gayumbos limpios para ocupar los huecos aunque para ello tenga que comprar la fábrica de Abanderado. La oportunidad de echarle de la presidencia ya pasó, a pesar de trabajos de mociones de censura perdidas.

La mercería ponferradina tiene ahora el escaparate empapelado por dentro y explica que el motivo del cierre es la jubilación. El recién estrenado júbilo de sus dueños contrasta con una comarca que cada vez tiene menos oportunidades, en la que han ardido los montes mientras cogía polvo en un cajón un plan forestal que advertía de ese riesgo, y donde la helada de este jueves podría suponer la pérdida de hasta un 80% de la cosecha de uva de muchas bodegas.

Se trata de una comarca cuya capital hace una Feria del Libro en la que los autores deben traer sus propias sillas para las presentaciones, y a la que algunos quieren privar de servicios básicos como una unidad de Radioterapia para un hospital que atiende a más de 130.000 habitantes.

Y así todo. Estamos en paños menores, pero seguimos con las rebajas.
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