Oportunidad de ser ejemplar

El caso del acosador en el seminario de La Bañeza, el primero que se denuncia en Castilla y León, debe servir a la Iglesia para mantener públicamente la trasparencia en la persecución de quienes han cometido tan atroces delitos

Llama la atención que sea el primer caso de toda la comunidad y que se haya conocido una vez que ya ha prescrito el delito
01/03/2017
 Actualizado a 01/09/2019
l compromiso del obispado fue el de colaborar con nosotros para que todos los casos salgan a la luz. También, que todos los casos, presentes y futuros, serán investigados hasta el final», decían ayer los afectados por los presuntos abusos a menores en el Seminario de La Bañeza tras reunirse con el obispo de la diócesis de Astorga. Desde que se conoció la condena del ex párroco de Tábara (Zamora), José Manuel Ramos Gordón, se han ido sucediendo los casos de otros presuntos abusos. Muchos aspectos que tienen que ver con este asunto llaman poderosamente la atención. El primero, el hecho de que se denuncie, se reconozca y se condene por primera vez un caso así en Castilla y León. El segundo, tan llamativo como el primero, que todo ello se haga cuando el delito ya ha prescrito. En cualquier caso, lanzados a hacer justicia, a aclarar lo sucedido y a evitar otros casos tan graves como los denunciados, el obispado de Astorga, el de León, el de Zamora y todos los de la comunidad en particular y del país tienen una buena oportunidad en ese caso para mostrar su contundencia con casos similares, para exhibir que trasparencia en la persecución de este tipo de delincuentes que desgraciadamente no sólo tienen cabida en la Iglesia, sino también en otras esferas de la sociedad. Por eso deben dar ejemplo, hacer justicia y perseguir hasta el fin, sin miramientos y hasta las últimas consecuencias, a quienes cometieron tan lamentables delitos.
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