Nunca llovió que no escampara

La Cultural sufrió y tuvo que remontar hasta en dos ocasiones para acabar pasando de ronda y ver otro Tercera en el horizonte

Jorge Alonso
03/09/2015
 Actualizado a 06/09/2019
La Cultural venció en Logroño al Varea y sigue viva en la Copa del Rey.
La Cultural venció en Logroño al Varea y sigue viva en la Copa del Rey.
Llevan unos días en La Rioja con las portadas de los periódicos locales ‘inundadas’, y nunca mejor dicho, de barro, granizadas, viñas destrozadas y en definitiva tormentas y tormentas. Y así llegó la Cultural a Logroño, queriéndose camuflar entre el paisanaje y amenazando con pintar el cielo de negro y acabar con la ilusión de la Copa del Rey a las primeras de cambio ante un Tercera, potente, pero Tercera al fin y al cabo. 

Sin embargo, parece que de verdad algo ha cambiado en este club, y lo que por dos veces pareció una derrota terminó tornándose en una victoria de mucho oficio que permite pasar de ronda y comenzar a ver el horizonte mucho más claro con otro rival de inferior categoría, el Laredo (que eliminó clara y sopresivamente al Racing de Santander suponiendo la segunda alegría de la noche en el seno de la Cultural), en el siguiente escalón hacia ese premio que es jugar contra un equipo en competición europea.

Aseguraba Juan Ferrando en la previa que no podía permitirse utilizar el partido para realizar probaturas, pero lo cierto es que tras ver el once inicial la única explicación que el aficionado podía tener para creer al técnico es que cada fin de semana acertar su equipo será poco menos que jugar a la lotería.

Solo Jordi César, Iosu Villar y Éric López repitieron respecto a lo visto en los dos primeros partidos de liga, con un equipo totalmente renovado pero que aún así debía ser de garantías ante un Varea que apostaba por el once que en el que venía confiando Nacho Ruiz en su fulgurante inicio liguero.

La Cultural no renunció a ese cartel de favorito y ya desde el inicio marcó el ritmo del partido con un dominio que a buen seguro los aficionados locales no veían en un equipo visitante desde hacía bastante tiempo. Los leoneses buscaban las bandas con Eric y especialmente Babalola muy activos en ambas.

Las ocasiones comenzaron a llegar inevitablemente y Coutado tuvo la primera, aunque el asturiano la mandó alta. Poco después, el Varea demostró que no estaba por la labor de hacerle la tarea sencilla a la Cultural, comenzó a desprenderse de la presión y avisó a través de Esaul ante una zaga leonesa que se mostró segura en estos primeros minutos de partido.

Sin embargo, el escenario cambió muy rápidamente y curiosamente justo después de una clara ocasión de Gonzalo, que lanzó muy cerca de la escuadra un golpe franco. Los riojanos recuperaban un balón y se marchaban a la contra para que en un genial lanzamiento desde la frontal del área Javi Torres alargó su racha (4 goles en 3 partidos) y batió a Calzado por la escuadra derecha.

Un jarro de agua fría que se notó sobre el campo y es que los minutos posteriores fueron los peores de los ayer ‘grises’ en el partido. Sufrieron los leoneses hasta que el fútbol terminó igualando lo visto sobre el terreno de juego, aunque eso sí, en una jugada con mala fortuna para los locales. El meta David salía mal a un centro de Coutado y, cuando el partido llegaba casi al descanso, Tejedor se apañaba para darle al balón entre la cabeza y el hombro y devolver la igualdad al marcador.

Todavía quedaría tiempo para más en el primer acto y Diego Calzado, que volvía a jugar un partido oficial con la Cultural mucho tiempo después, salvaba un mano a mano ante Del Val tras una pérdida de un desconocido Jordi César.

El descanso servía para que los leoneses recompusieran sus ideas, algo que no pareció cuajar tras lo visto nada más salir de vestuarios. En una falta lateral lanzada por Chamot, el central Pinilla se alzaba sobre una endeble zaga culturalista y remataba de cabeza para volver a poner al Varea por delante.

Pero esta Cultural, juegue quien juegue, no está por la labor de tirar ningún partido, y justo en el momento en el que quizás más peligro corría el partido, supieron reaccionar magistralmente en menos de 5 minutos con un gol que debe parecerse bastante a lo que quiere Juan Ferrando que se parezca la Cultural. El equipo movió el balón de un lado a otro desde la defensa en muy pocos toques para que tras una pared entre Eric y Gonzalo, éste encontrase solo a Babalola en el otro lado y en la salida de David, le batiese con un ligero toque con la punta del pie. Fue sin duda ese el punto de inflexión del partido. A la Cultural se le hinchó el pecho y el escudo y al Vare comenzó a notársele los entrenamientos de menos respecto a los leoneses.

A pesar de sufrir en ocasiones aisladas debido a la excesiva inseguridad de la defensa, la salida de Cristóbal sirvió también para sumar calidad en ataque y Orodea, que lo intentó de todas las formas sin fortuna, estuvo cerca de marcar justo antes de ser sustituido. Y es que casualidad o no, llámenle como quieran, el gol de la victoria llegó al minuto de que Isaac Aketxe saltara al campo. Poco tuvo que ver, eso sí, el ariete vasco en la jugada del gol, que llegó de penalti tras una enorme jugada del mejor del partido, Steven Babalola, que fue una pesadilla para la defensa arlequinada todo el encuentro. Recibió en el área un balón de Cristóbal, recortó al guardameta David y este le trabó en una acción clara. Aketxe no dio opción y puso un 2-3 tranquilizador que dejaba el partido encarrilado visto el bajón físico local. Aún así, no tiró la toalla el Varea, que lo intentó con la salida del goleador Rubén Pérez e hizo sufrir a la Cultural en acciones aisladas especialmente por la banda de Tameen, que estuvo correcto en su primer partido oficial.

Fue el delantero riojano el que hizo sufrir por última vez a la Cultural tras un nuevo balón parado, que se convirtió sin duda en la nota negativa de los leoneses en el encuentro.Ya cuando el árbitro se disponía a pitar, Aketxe estuvo cerca de marcar el cuarto, pero Sánchez agarraba al vasco en la misma raya cuando se quedaba solo ante David y el árbitro decretaba una más que justa expulsión.

Ahí murió el partido, que supone toda una ingesta de confianza para el global de la plantilla culturalista, una buena suma económica para el club y una ilusión que sigue no solo intacta sino reforzada para un equipo que sigue soñando por encima de los problemas. Y es que, de momento, nunca llovió que no escampara.
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