Ni ‘cocos’ ni desplazamientos difíciles

No había ningún rival sencillo, pero sin duda el bombo le sonrió al Abanca Ademar. Y es que, en su vuelta cuatro años después a la Liga de Campeones, el conjunto ademarista evitó en el grupo previo a los dos conjuntos sobre el papel más potentes (Zaporozhye y Montpellier) y a los tres viajes más complicados (además del que suponían los ucranianos, el de Chehov y el Besiktas).

Los leoneses estarán ubicados en el grupo C, donde se enfrentarán al Skjern danés, el Gorenje Velenje esloveno, el Kadetten Schaffhausen suizo, el Dinamo de Bucarest rumano y el Elverum noruego.

En el caso del Skjern, se trata del actual subcampeón de la potente liga danesa, donde tras acabar la liga regular como cuarto clasificado, brilló en los ‘playoff’ y acabó metiéndose en la final.Hace dos años ya disputó la ‘Champions’ con este formato, consiguiendo meterse en los cruces tras ser segundo en el Grupo D, sólo por detrás del Zaporozhye, si bien el Brest Meshkov impidió que se metiera en octavos. Su gran referencia es el pivote Myrhol, un clásico de la Bundesliga y la selección noruega.

Por lo que respecta al Gorenje Velenje, es el actual subcampeón de la liga eslovena, en la que domina el Celje. El año pasado estuvo obligado a jugar una previa de ‘Champions’ que no superó, pues le apartó de ella el Tratan Presov, y además se acabó cruzando a las primeras de cambio en la EHF con el Füchse Berlín, que en una igualada eliminatoria le superó. El infernal ambiente de su pabellón será uno de los aspectos que juegue a favor de un equipo que hace sólo dos años consiguió colarse en la ‘final four’ de la EHF y que cuenta con jugadores experimentados como el pivote Alen Toskic.

Kadetten, Bucarest y Elverum fueron campeones en sus países; Skjern y Velenje acabaron segundos En cuanto al Kadetten Schaffhausen, es el gran dominador de la liga suiza, en la cual se ha proclamado campeón en las cuatro últimas temporadas.Esta última campaña le ubicaron en los grupos más potentes, quedando como colista del A con sólo dos puntos en 14 partidos, si bien no fue un comparsa y metió en problemas a equipos como Kiel, Flensburg o Veszprem, con quienes las desventajas en sus derrotas fueron mínimas. Habían dado el salto los suizos después de que, en la campaña del estreno del nuevo formato, no hubieran llegado al cruce en los grupos débiles, pues quedaron por detrás del Zaporozhye y el Skjern; y de que en la anterior, aún con los cuatro grupos y sin divisiones de los mismos por potencial, hubieran cerrado el suyo. Las grandes referencias de la selección suiza formaban la temporada pasada su columna vertebral, si bien su gran estrella era el central húngaro Gabor Csaszar, una figura mundial capaz de desequilibrar un partido. Junto a él destacaban el potentísimo lanzador suizo Luka Maros, el portero austriaco Marinovic o el extremo Liniger.

¿El Dinamo Bucarest? Viene de ganar por segundo año consecutivo la liga rumana y el año pasado quedó cuarto en el grupo D de Champions. El lateral izquierdo iraní Sajad Esteki fue el año pasado su gran ‘estrella’ y una de las revelaciones de la competición.

El último rival es el Elverum noruego, a priori el más débil de los seis. Ha jugado las dos ‘Champions’ disputadas con este formato y en las dos, en los grupos débiles, ha terminado en penúltima posición y sin opciones de clasificación.