Nada que escofinar

Se ha reunido el Comité de Reflexión del Grupo de Filósofos de lo Rural sin Obra Publicada para ver si sacábamos a Mariano y todos estos «de la patá»y cuando ya se había acabado el Larios y el Barcadí, antes de que el ambigú empezara el gaseamiento controlado con Atios y Lirios dijimos, "hay que emitir el informe", y se consensuó. El texto definitivo decía: "En lo tocante al asunto, aquí no hay nada más que escofinar".

Fíjate si los veremos torpes que Farraperas renunció a aplicarles la Ley de Segunda Oportunidad, de la que él es el monitor titular, que consiste en llevarlos a un Bar de Luces Coloradas con Señoritas que Fuman y si vemos que se defienden en la conversación y el debate –sobre temas de tan elevada altura intelectual como "¿de dónde eres mi amol?, ¿cómo te llamas?¡ay que nombre tan bonito! o ¿qué te apetece que hagamos?"– si saben salir airosos del regateo del asunto mientras la garota le culebrea por lo bajero pues les dejamos que sigan a lo suyo sin achuquinarlos por la parte de atrás, lo que técnicamente se viene a llamar cogote. Pero es que Farraperas está muy desilusionado de cuando le aplicó esta misma Ley a Montoro y se defendía peor que Belén Esteban de intérprete en un congreso de Arameo y Sumerio.

Ahora eso sí, dice que no hubiera tenido precio el vídeo de cuando le culebrearon entre dos y no sabía por dónde asomar las gafas mientras gritaba desde el fondo: "Déjenme salir, que estoy en crecimiento negativo de los parámetros a causa del miedo".

- ¿Y cómo te llamas?

- Monto ro.

- ¡Ay, qué gracioso!

Están tan enfadados con el asunto que están tratando de aprobar una resolución por la que loz calzoncillos marianos pasen a tener otro nombre. «No me quiero ni imaginar que vaya por la calle, bien caliente, y los calzoncillos empiecen a decir que es el vecino el que elige los calzoncillos y son los calzoncillos los que eligen a los marianos».

Aunque bien mirado, que los calzoncillos elijan a los marianos...