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Mujeres en mi camino VI

17/08/2017
 Actualizado a 12/09/2019
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Me declaro escuchante impenitente de la radio. Alguno de mis primeros recuerdos sonoros están ligados al parte, para los más jóvenes, explicarles que eran aquellas noticias de obligada difusión en todas las emisoras nacionales al menos tres veces al día que ‘informaban’ a su manera en vida de aquel pequeño sátrapa dictador de bigote afilado, timbre de voz aflautada y moral perdida. También recuerdo de aquellos años las escuchas clandestinas de la llamada ‘la Pirenaica’ donde oía hablar de cosas que desconocía, de personas que desconocía y de ideas que desconocía pero que me resultaban atractivas y seductoras. Ahí nació, seguramente, mi amor eterno hacia este medio que ni el tiempo ni la tecnología han hecho cambiar. A veces le soy infiel, temporalmente, pero siempre vuelvo a ella, la necesito, desde que amanece hasta el último minuto del día me acompaña. Muchas son las mujeres, las voces femeninas que han poblado y pueblan mi dial radiofónico. Durante las últimas décadas he tenido compañeras de ondas que han llenado muchos momentos de mi vivir y que han conseguido, sin saberlo ellas, que al escucharlas las sienta como algo propio, familiar. Avatares laborales, los suyos, han ido moviéndoles el dial, en busca de nuevas oportunidades y caminos. Se han ido, o las han echado, por razones infinitas, pero a uno siempre le queda la esperanza de que algunas de ellas nunca serán purgadas por decir y expresar lo que piensan, especialmente cuando lo mismo que dicen y piensan ahora, lo han dicho y pensado siempre y a lo largo de toda su trayectoria profesional sin que provocara en sus jefes señoritos de pasado rojo desvaído y de presente azul casi añil del movimiento. Una más ha caído de mi camino diario hace unas pocas semanas por ser y decir cómo ha sido y dicho siempre. Hasta volver a encontrarla añoraré la voz de Gemma. Nos vemos en las ondas. A los que tienen Prisa hoy les auguro peor futuro que a ella, porque ella ha demostrado ser infinitamente más coherente que ellos.
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