Blanco quiso dedicar su medalla a los voluntarios que trabajan con los enfermos en el Hospital el Bierzo, un grupo que ella misma formó en su etapa de presidenta en Ponferrada y que considera que ha sido lo más importante de sus 42 años de colaboración «en los que creo que algo habré hecho bien para que me concedan esta medalla», dice. «Es inexplicable la sensación que he tenido con esta entrega», explica a su vuelta a Ponferrada, pero asegura que le empuja a continuar, casi cercana a los 73 años, trabajando para dar pasos en la asociación, apoyando a los enfermos, a sus familias y trabajando en prevención.
Desde hace unos meses ese trabajo lo hace como delegada en el Bierzo y ya tiene proyectos que sacar adelante y que conoceremos a partir de septiembre. Los fundamentales tienen que ver con poner en marcha charlas y talleres en las escuelas e institutos bercianos «sobre prevención. Que sepan los daños que hacen el tabaco, el alcohol. Creo que debemos ir a la raíz para que la planta no se doble». Ya ha contactado con los centros y puede que el inicio de esta iniciativa se de en el instituto de Bembibre. Al tiempo, ha estado buscando la colaboración de los ayuntamientos «y todos me han abierto las puertas» para contar con sedes temporales, desde la que realizar actividades. Incluso ha pensado en estirar las tareas de prevención a los clubs deportivos, ya que ella preside uno, el de Cuatrovientos «y creo que sería interesante empezar a concienciar a los niños, aunque sea desde los 5 años», dice.