Marcha para apoyar a las víctimas de abusos del párroco de Tábara

Los antiguos alumnos de los seminarios de Astorga y La Bañeza realizarán el sábado 18 de febrero en la ciudad maragata una manifestación para "pedir justicia"

P. Ferrero
11/02/2017
 Actualizado a 17/09/2019
El expárroco de Tábara José Manuel Ramos Gordón. | LA OPINIÓN DE ZAMORA
El expárroco de Tábara José Manuel Ramos Gordón. | LA OPINIÓN DE ZAMORA
Han pasado ya algunas semanas desde que se hiciera público el caso de abusos a menores del exsacerdote José Manuel Ramos Gordón hace 28 años en el Seminario Menor de La Bañeza, pero la gente no olvida.

Las reacciones de los que fueran alumnos de este seminario, así como del astorgano, en la época en la que se produjeron los abusos, no se han hecho esperar. La ciudad de Astorga será testigo de una de las más llamativas. El próximo sábado 18 de febrero los exseminaristas de ambos centros religiosos saldrán a la calle para pedir «justicia» y con el objetivo de que «estos actos no vuelvan a suceder jamás en ninguna situación y bajo ninguna circunstancia».

De esta manera, realizarán una manifestación que comenzará en la Plaza de la Catedral a las doce del mediodía y recorrerán varias calles de la ciudad maragata hasta llegar a las puertas del Obispado, donde leerán un comunicado de apoyo y solidaridad hacia el denunciante de los abusos y su hermano gemelo, la otra supuesta víctima,del expárroco de Tábara. Además, algunos de los manifestantes confían en poder mantener una conversación con el obispo, Juan Antonio Menéndez.

A la concentración del próximo sábado en Astorga se prevé que asistan también antiguos alumnos del colegio Juan XXIII, donde José Manuel Ramos Gordón ejerció labores de educador antes de llegar al Seminario de La Bañeza.

Entre las reivindicaciones de los manifestantes también destaca la petición de que la ley eliminen los plazos de prescripción en los delitos de pederastia para que aunque se descubran pasando tantos años, como es el caso, su delito no quede impune y rinda cuentas ante la justicia. «Que la sociedad no mire para otro lado, que el paso del tiempo no sea la sombra donde se escondan estos seres sin escrúpulos ni dignidad», señalan desde la organización.

José Manuel Ramos Gordón fue apartado el pasado mes de julio de sus labores pastorales en Tábara por el Obispado de Astorga, cuya máxima autoridad heredó el caso y tomó las medidas que, según un comunicado que emitieron desde la Diócesis, estaban a su alcance; unas medidas que, sin embargo, ni a la víctima que denunció el caso ni a la gran población le convencen, ya que como F.L. explicó al Papa Francisco en su carta, este hecho que vivió con 14 años de edad le dejó grandes secuelas de por vida. Reconoce que «me robó mi infancia, mi pureza, mi ilusión y mi inocencia».
Lo más leído