Manipulando a mi hijo: el Síndrome de Alienación Parental

¿Sabían que en España se rompe un matrimonio cada 5 minutos? Son los datos que publica el Instituto de Política Familiar, que nos hablan de 294 rupturas al día, entre divorcios y separaciones.

Sofía Morán de Paz
23/04/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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¿Sabían que en España se rompe un matrimonio cada 5 minutos? Son los datos que publica el Instituto de Política Familiar, que nos hablan de 294 rupturas al día, entre divorcios y separaciones.

Y aunque todos sabemos que la ruptura amorosa es un trance difícil de digerir, son los hijos los que suelen llevarse la peor parte. La Asociación Americana de Psiquiatría considera la ruptura conyugal «una experiencia muy estresante para los hijos, que puede tener consecuencias a corto, medio y largo plazo, y que es capaz además de generar problemas físicos, emocionales, escolares y sociales». Y es que tengan la edad que tengan, el hecho de que tus padres decidan seguir su vida por separado, es un cambio muy importante a nivel psicológico.

Vivimos en la era de la hiperpaternidad, preocupadísimos por la educación que reciben nuestros retoños, su alimentación, su formación académica… Niños protegidos en exceso de casi todo. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un divorcio contencioso, está a la orden del día eso de poner ‘a parir’ a la mamá o el papá delante de ellos, hacerles partícipes de los problemas de la pareja o de los detalles de la ruptura, sin plantearnos si quiera el daño y el estrés que esto provoca en nuestros hijos, el conflicto de lealtades que les genera, las dudas, las inseguridades. ¿No lo ven cada día en las revistas y programas del corazón? Entrevistas exclusivas, debates, corrillos… parejas de famosos aireando trapos sucios y repartiéndose a los hijos como una pertenencia más.

Cuando esto de lo que les hablo no es algo puntual, y la situación se repite con el claro objetivo de educar al hijo en el odio hacia el otro progenitor, es cuando hablamos del Síndrome de Alienación Parental (SAP).

¿Lo habían escuchado antes? ¿Lo conocen? El SAP fue definido por primera vez por Richard Gardner en 1985, y se manifiesta cuando un progenitor (normalmente el custodio) transforma la conciencia de sus hijos mediante diversas estrategias con el fin de impedir, obstaculizar o destruir los vínculos con el otro progenitor. Campañas de descrédito hacia la expareja («papá ya no nos quiere, ¿no ves que se ha marchado?»), mentiras, comentarios malintencionados, obstaculizar visitas y llamadas telefónicas… El niño siente miedo y desconfianza, llegando a rechazar de manera tajante a ese progenitor.

La mayoría de sentencias (guarda y custodia) que aluden al SAP señalan a la madre como alienadora, por ser quien históricamente ha tenido la custodia de los hijos y quien por tanto podía influir en ellos. Y esa es la razón por la que este complejo síndrome cuenta con numerosos detractores. Colectivos de juristas o psicólogos lo tachan de farsa y aseguran que su uso se ha convertido en un arma contra las mujeres. Según el doctor Miguel Lorente Acosta, profesor de Medicina Legal de la Universidad de Granada, «lo que hace el SAP es evitar que se investigue cuáles pueden ser las verdaderas razones para que los hijos muestren ese rechazo al padre».

Las custodias compartidas aumentan considerablemente en nuestro país, por eso ya no es siempre la madre, también aliena el padre. Divorcios conflictivos (sin violencia de género, abusos, o cualquier antecedente que explique la situación) que arrasan con todo, donde sin duda ese adoctrinamiento existe. Para el psicólogo forense José Manuel Aguilar, este tipo de actuación es «un maltrato hacía el menor, pero como es psicológico, en nuestro país se considera de segunda división».

A mí me resulta curioso que para conducir un vehículo debamos pasar antes por una prueba teórica y una práctica, para preparar un simple sandwich en cualquier cafetería o comedor, es requisito indispensable obtener el certificado de manipulador de alimentos. Pero visto lo visto, ¿no nos urge más un carnet para padres? Ahí lo dejo.

Sofía Morán de Paz (@SofiaMP80) es licenciada en Psicología y madre en apuros
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