A falta de tres jornadas del final, la Ponferradina sigue a cinco puntos de la cuarta plaza. Con el ‘goal average’ favorable a los de Luisito, el ‘playoff’ parece un milagro que solo sería posible con un pleno de los blanquiazules.
Para ello, los de Miguel Ángel Álvarez Tomé tendrían que igualar su mejor racha de la temporada, las tres victorias consecutivas que consiguieron entre la jornada 4ª y 6ª con Manolo Herrero, y la 10ª y las 12ª con Pedro Munitis y hacerlo ante dos rivales de los que no guardan muy buen recuerdo.
La Deportiva afronta ahora dos encuentros consecutivos frente a dos filiales —Valladolid y Osasuna— ante los que solo sumó un punto en la primera vuelta, tropiezos que no puede volverse a permitir si quiere mantener una semana más sus opciones de luchar por la cuarta plaza.
Y es que en caso de repetir derrota contra los cachorros blanquivioletas, un empate del Pontevedra en las tres últimas jornadas sería suficiente para hacer imposible cualquier tipo de machada.
El Pontevedra no reacciona
Si la Deportiva está siendo irregular, el Pontevedra no lo está siendo menos. Los gallegos encadenan cuatro jornadas sin ganar en el tramo decisivo de la temporada y no están aprovechando los tropiezos de la Ponferradina a domicilio.
Lo que parecía un calendario asequible, puede convertirse en un arma de doble filo ya que tendrá que enfrentarse a domicilio a Boiro y Caudal, dos equipos que se están jugando el descenso.
En su duelo más inmediato tendrá que verse las caras con los coruñeses, que vienen de golear (0-3) y costarle el liderato al Celta B y continuarán en plena lucha por tratar de salvar la categoría ‘in extremis’.