Los héroes del 74 buscan por fin relevo

El último ascenso de la Cultural a Segunda División se produjo hace 43 años, cuando la Segunda B era aún Tercera y los Santibáñez, Poli u Ovalle llenaban los titulares

J. A.
28/05/2017
 Actualizado a 16/09/2019
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Llena está la historia de la Cultural y Deportiva Leonesa de tiros al palo, oportunidades perdidas y ascensos que se marchaban por centímetros, tantos que hay que remontarse nada menos que 43 años atrás en la vida de un club con 94 de vida para recordar el último ascenso a Segunda División.

Corría la temporada 1973/1974 y la Cultural era por entonces un equipo que trataba de asentarse en la categoría de plata del fútbol nacional. Las dos anteriores, de hecho, las había disputado en esa Segunda División, si bien tras estar cerca incluso de lograr el ascenso a Primera en la 1971/1972 (fue quinta a ocho puntos de la promoción directa), el año siguiente el equipo no pudo evitar el descenso a Tercera (la Segunda B se implantó en 1977). La baja de Marianín, que se marchó al Oviedo de Primera con un gran sueldo (650.00 pesetas por termporada) y una gran retribución para el club (2.500.000 pesetas y la cesión de tres jugadores) junto a las de Gómez, Godoy, Seo, Félix, Larrauri, Pepín, Mundo y Tinín, pesaron mucho a un equipo cuya temporada nunca estuvo a la altura de lo esperado a pesar de las expectativas e ilusiones.

Una temporada en la que el Estadio Antonio Amilivia estrenó focos, pudiendo empezar a acoger partidos nocturnos y le dio una nueva vida a la ciudad a través del fútbol.
Una trayectoria que hizo que la temporada del último ascenso comenzara precisamente con ese objetivo, el de regresar a la Segunda División. La directiva que dirigía Ángel Panero mantuvo a Carmelo Cedrún (a quien el ‘Chopo’ Iribar relevó en la portería del Athletic en su carrera como jugador) en el banquillo. Sin embargo, el descenso de categoría hizo imposible mantener a algunos jugadores marchándose Crispi, Maño, Villafañe o Piñán.

La Cultural venía en aquel entonces de descender a Tercera un año después de haber rozado la Primera De esa forma, la plantilla para aquella temporada quedó conformada por Santibáñez, Bernardo, Poli, Villanueva, Gorostiaga, Hernández, Sagasta, Martínez, Casas, Novo, Ovalle, Tini, Gerardo, Zuazaga, Montes, Márquez, Canito, Celso, Armando, Flórez, Javier y Zarobe.

La ilusión era clara, terminar en el primer puesto del grupo I que daba el acceso directo (el segundo llevaba a una promoción). Presión desde el principio para la plantilla en un clima de desilusión entre la afición tras el descenso que se hizo notar en el número de espectadores en el Amilivia.

El primer partido del año, con empate en casa ante el Turón, no sirvió ni para calmar los ánimos de uno ni para ilusionar a los otros. Sin embargo, el triunfo en casa del Ensidesa en la segunda jornada relanzó a un equipo que tras ganar en la cuarta jornada al Basconia en León se alzó con la primera plaza y empezó a mostrarse como un equipo sólido y superior a muchos de sus rivales que debía opositar al ascenso de categoría.

Con la ‘media inglesa’, victorias en casa y empates fuera, como guión durante buena parte de la temporada, la Cultural mantuvo el liderato e incluso amplió su ventaja con un Torrelavega que en las primeras jornadas pareció la única amenaza.

Trece jornadas sin perder hasta caer por primera vez en Getxo (3-1), una derrota que no dejó dudas ya que el equipo de Carmelo venció en su regreso al Amilivia goleando al Sestao (5-0).

El Antonio Amilivia había estrenado focos, lo que permitió por primera vez celebrar partidos nocturnos Sin embargo, en la visita ante un rival directo como el Torrelavega, los leoneses cayeron (2-0) y entregaron el primer puesto, si bien consiguieron recuperarlo la semana siguiente tras ganar al Pontevedra (1-0).

Una primera vuelta que se cerró con un polémico partido en Lugo (0-1) y una clara victoria ante el Rayo Cantabria (4-1), que permitió a la Cultural, junto a otras siete semanas consecutivas sin perder en el inicio de la segunda mitad de liga, ampliar ventaja con un Torrelavega que vivió un bajón de resultados y dejó al Pontevedra como principal rival de los leoneses.

La Cultural contaba con una importante ventaja que le permitió encajar alguna derrota inesperada sin perder el liderato. A falta de seis jornadas el margen era de ocho puntos y ya solo parecía cuestión de tiempo que el equipo leonés certificara el ascenso.

Éste se produjo finalmente de manera matemática a falta de tres jornadas para el final. La Cultural se vengaba del partido de ida ante el Torrelavega y vencía 2-1 para sellar el ascenso.

Un triunfo que se celebró en la fuente de Santa Ana y que no finalizó la temporada, y es que aprovechando las fiestas de la capital en el mes de junio la Cultural organizó el Torneo Ciudad de León-Trofeo Víctor de Felipe, en el que participaron el San Lorenzo de Almagro, Os Belenenses, el Málaga y el anfitrión.

Volvieron para la cita a la Cultural nombres como Marianín, Churruca o Larrauri y bajo el arbitraje de Guruceta la Cultural superó a Os Belenenses para vencer luego en la final y bajo una intensa lluvia al Málaga (3-1).

Una excelente forma de poner fin a una temporada que ahora busca relevo en la historia del club.
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