Minuto 19. Eugeni, que está manejando el partido a su antojo en el centro del campo, lanza desde la izquierda un córner muy cerrado pero que se dirige fácil a las manos de Jesús Fernández. Sin embargo, en un error inexplicable, el mete culturalista mete en su portería el esférico.Es el primer gol de la temporada en la categoría. Es el tanto que da tranquilidad al Lorca y que, unido a un contraataque en el tramo final, le acaba dando la victoria. Es el fiel reflejo del choque con el que la Cultural regresó 42 años después a Segunda División.
Con derrota (2-0) y gris imagen debutaron los de De la Barrera, que trasladaron a la competición las sensaciones negativas que habían dejado en alguno de los choques de pretemporadas. Desconocidos en la primera parte, en la que no pudieron ejercer el dominio del balón que es marca de la casa; mejoraron notablemente tras el paso por vestuarios, si bien faltaron ideas para haber convertido el control del esférico en ocasiones claras de gol y, salvo en disparos lejanos, no inquietaron a un seguro Dorronsoro.
Eugeni, que dominó el centro del campo, botó en el minuto 19 un córner cerrado que Jesús se metió en su portería Sólo una oportunidad tuvo la Cultural. Eso sí, clamorosa. Fue en los instantes finales de la primera mitad y se la inventó un Señé que fue quien más peligro generó, pese a jugar lejos de la portería rival. Y es que De la Barrera sorprendió retrasándole al centro del campo para colocarle junto a Yeray en lugar de Antonio, formando por delante una línea de tres con Buendía, Guarrotxena y Ariday, y rompiendo todas las quinielas sobre la posible alineación titular.
Así, de la nada, el jugador procedente del Celta se sacaba un pase al hueco para la incorporación de Carcelén, a quien dejaba absolutamente solo ante el meta, en la esquina del área pequeña y con tiempo para pensar. La opción lógica era el disparo, pero el lateral prefería buscar el centro raso a Ariday para que la empujara al fondo de la red, llegando antes para cortar Holgersson, que la tocaba a bocajarro y tenía la fortuna de que su despeje se estrellara en el larguero. Se acordaron el resto del encuentro los leoneses de la ocasión de Carcelén, que se incorporó una y otra vez con peligro por su banda, pero erró siempre en el último pase.
Sin Ortiz ni Bouy, llamados a ser hombres muy importantes en el centro del campo, la batalla por esa zona se la llevaron con diferencia Eugeni y Tropi. Precisamente el segundo tuvo la primera llegada del encuentro, tras aprovechar una pérdida de Yeray y sacar desde la frontal un disparo que acababa yéndose ligeramente fuera tras tocar en la espalda de Iván González y desviarse. Fue providencial el central ahí y en varias acciones más del choque, haciendo gala de rapidez y siendo el más destacado de la zaga.
Señé, el mejor en ataque, dejó solo a Carcelén, pero el lateral optó por el centro y el despeje de un defensa se fue al palo No era bueno el arranque de la Cultural, pero tampoco sufría en exceso. Sin embargo, llegó el gol olímpico que acabó de dejar ‘grogui’ a un equipo leonés que sufría para robar balones y conseguir mandar. Aún así, el Lorca sólo provocó el ‘uy’ de las gradas en unabuena triangulación entre Eugeni y Sito que dejaba en situación clara a un Ojeda a quien llegaba a tapar un defensa cuando se disponía a disparar en situación muy clara.
Llegó entonces la ocasión de Carcelén y también el cambio de guión tras el paso por vestuarios. Ahora sí dominaban los leoneses. Pero el gol se veía lejos y el peligro en las contras murcianas empezaba a intuirse.
Las oportunidades, aunque ninguna muy clara, eran visitantes. Con Buendía dejando con un pase entre líneas solo a un Ariday a quien se anticipaba el portero cuando afrontaba el mano a mano, con un cabezazo de Iván González tras un saque de esquina que se iba demasiado cruzado, con dos disparos desde la frontal de Ariday...
La Cultural mejoró mucho en la segunda parte, en la que dominó el encuentro pero no creó ocasiones claras de gol Quedaban 8 minutos y De la Barrera ‘quemaba las naves’. Retiraba a Zuiverloon y buscaba el empate con Yelko. No dio tiempo a ver si funcionaba o no la arriesgada jugada, porque en la acción siguiente llegó el definitivo 2-0.
Robo de balón, pase largo hacia la izquierda que tras varios rebotes acaba llegándole al recién salido Apeh, centro desde la linea de fondo y Carlos Martínez se anticipa a la defensa para tocar el balón lo suficiente como para sentenciar el encuentro.
El error en el 1-0 acababa siendo mortal. El estreno, muy gris. ¿Lo mejor? Que es sólo el principio de una larguísima temporada. Queda mucho por conjuntar, pero también 41 partidos para hacerlo. El próximo sábado, ante un ‘gallito’ como Osasuna, llegará el momento de intentar rehacerse.