‘Les hierve’ la leche

El Mapama trabaja en una normativa que permita vender leche en las mismas granjas, sin distribuidores y cruda. De la vaca, al vaso. Pero solo son borradores, como los de las ayudas a un sector del vacuno de leche que no acaba de salir a flote

La seguridad alimentaria y sus consiguientes requisitos sanitarios conllevarán la transformación de las granjas que se acojan a ello
27/07/2017
 Actualizado a 01/09/2019
Recordarán de su infancia el olor a la leche hervida después de llegar de alguna de las cuadras del pueblo de buscar una garrafa de leche si no es que tenían la vaca en la misma casa. Recordarán aquel sabor y aquella nata, que poco o nada tienen que ver con el líquido blanco que sale del brick de leche actual. Hay quien todavía conserva esta práctica, la de beber leche cruda y pasteurizarla en casa, a sabiendas de que es ilegal y renegando de cualquier lineal del supermercados para comprar leche que es más barata que el mismísimo agua mineral. El Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente lleva un tiempo buscando una fórmula que permita vender la leche cruda en la misma granja, sin intermediarios, potenciando el comercio de cercanía. Pero no es tan fácil. La seguridad alimentaria y sus consiguientes requisitos sanitarios no son pocos cuando hablamos de la leche y tampoco son pocos los ganaderos que ven en esta opción la manera de tener que endeudarse más de lo que ya están tal y como soplan los vientos del sector lácteo durante los últimos años. Tan poco sopla a favor de los ganaderos de leche que es fácil tirar del listín telefónico para dar con algún viejo conocido que tenía vacas pero cerró el chiringuito. Como sigamos así, pronto comenzaremos este editorial diciendo: «Recordarán cuando había vacas en León».
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