Las dos caras de la reforma

Tras cinco años de vigencia de una de las políticas de trabajo más controvertidas, la provincia de León ha visto cómo se reducía el número de parados en 6.000 personas, pero también cómo han bajado los salarios y ha crecido la temporalidad

Más allá de los logros y fracasos de la reforma falta garantizar la protección de los que no son capaces de volver al mercado laboral
19/03/2017
 Actualizado a 08/09/2019
Cinco años permiten analizar con datos el efecto de la polémica reforma laboral cuya derogación aún siguen pidiendo los sindicatos. Los resultados a día hoy en la provincia de León muestran las dos caras de una misma moneda. Por un lado, se ha conseguido el objetivo de reducir las listas del paro, sí. Concretamente desde 2012 hasta ahora han bajado en casi 6.000 las personas sin trabajo. Pero del otro se comprueba que no han crecido los afiliados a la seguridad social, todo lo contrario, hay unos 8.700 menos; ha bajado el poder adquisitivo de los leoneses porque se cobran sueldos más bajos, y ha aumentado la temporalidad de los contratos. En definitiva, menos parados, pero más precariedad. En todo caso, de momento en León sólo se ha recuperado un 13% del empleo destruido durante la crisis. Por otra parte, y más allá de los logros y fracasos de la reforma laboral en sus cinco años de vigencia en la provincia, uno de los asuntos pendientes del Gobierno es garantizar la protección de quienes no son capaces de entrar o de volver al mercado laboral. En León el índice de cobertura de los desempleados está por debajo de la media nacional (43,47%) y más del 55% de las personas inscritas en los servicios oficiales de empleo no cuenta con prestación por paro, a pesar de que, según los datos del Ministerio de Empleo, en el mes de enero eran 16.836 las personas que figuraban como beneficiarias de prestaciones por desempleo.
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