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Las canciones del verano

08/07/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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El músico que toca el acordeón en la avenida España de Ponferrada estaba el otro día sacando las notas del Despacito para incorporarla al repertorio. Le ayudaba otro hombre que he visto en la calle con su guitarra. Los dos tenían la oreja buena atenta a una grabación con la canción e iban decidiendo si era esta nota o esa otra.

Le alabo al acordeonista su actualización a lo que lo peta en el mercado porque añadir a Luis Fonsi a los Suspiros de España de Antonio Álvarez o a El baile de los pajaritos de María Jesús (en realidad compuesta por un suizo llamado Werner Thomas) no sé si es un paso hacia adelante o hacia atrás en la música, pero desde luego es garantía de conseguir algunos euros más. Si mis sobrinas pasan por delante de él mientras la está tocando, ya me puedo imaginar el desenfreno. Y los padres, a abrir la cartera, que es lo suyo.

Aunque el machacón Despacito es una canción del invierno pasado, no parece que ninguna le vaya a disputar el reinado estos meses, con lo que se ha convertido en una prenda intertemporada, como las bragas o los calzoncillos -menos los ‘marianos’-, que se usan igual con pantalones de pana que con los de lino.

Esto de elegir la canción del verano es menos misterioso de lo que parece, pero sigue teniendo su aquel de azar porque, si no, sería muy fácil forrarse. Por suerte, no todo son ritmillos tan pegajosos como la crema Nivea de la abuela, sino que el verano es un buen momento para abrir los oídos a otras músicas.

Este jueves asistimos con gusto al primer concierto de Corteza de Encina en el Castillo de Ponferrada, con el cuarteto de clarinetes Ventum y un programa que incluía Bach y Debussy. Es una cita estival con la música de cámara que no ha dejado de crecer en espectadores y que este año cumple su primera década.

Además, La Cabrera da este sábado un paso para que las canciones del verano sean también las de la música tradicional, ya que inaugura un Festival de Folclore con seis grupos participantes. Para bailar en el prado. Y los que seguro que ya están danzando son los integrantes de la orquesta Odón Alonso, a la que el Ayuntamiento de León tendrá que pagar 132.000 euros de atrasos. Porque, cuando un juez dicta sentencia, se baila la música que toque.
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