Las aventuras de una madre vintage

Mary Wilson es el alter ego de Cristina Gómez, una madre ‘viejoven’ de León que cuenta con una legión de seguidores en las redes gracias a su blog mamavintageblog.wordpress.com

T. Giganto
22/07/2017
 Actualizado a 16/09/2019
Cristina Gómez reconoce que las redes solo le han traído cosas buenas y su favorita es Instagram. | MARY WILSON
Cristina Gómez reconoce que las redes solo le han traído cosas buenas y su favorita es Instagram. | MARY WILSON
Detrás de Mary Wilson está quien físicamente se parece mucho a esta cantante de las Supremes, es Cristina Gómez. Otra de las leonesas incombustibles en el mundillo de las redes sociales. Su blog, mamavintageblog.wordpress.com, lleva dos años contando sus aventuras y las de su hija, la ‘Heredera’. También es ella la mejor modelo que la faceta fotográfica de Cristina haya podido tener nunca, una profesión que compatibiliza con su trabajo en la Universidad de León. La maternidad en clave de humor, la música sesentera y el buen gusto por la fotografía que triunfa en las redes.

-¿Qué es una mamá vintage?
- Es difícil definir la categoría, pero se trata de una madre ‘viejoven¡, una de ésas que viven en el siglo XXI, con sus tecnologías y sus modernidades, pero que siguen haciendo y diciendo las mismas cosas que una madre de hace cincuenta años, como si hubieran viajado desde el pasado en su Delorean particular. De ésas que te hacen croquetas, dominan el sistema del tupper a nivel experto y lo mismo te cosen un bajo que te quitan una mancha de grasa. De las que no tiran nada y dicen cosas como «tú te crees que soy el Banco España» o «ni galleta, ni galleto». Y a mucha honra, oiga.

- Pregunta obligada: ¿Cómo y por qué empieza la aventura del blog?
- Empecé a compartir las ocurrencias de la heredera en una de las redes sociales que utilizo y mucha gente me animaba a recoger aquellas locuras por escrito. Al mismo tiempo, comencé a sentirme fuera de lugar dentro de esta corriente tan extendida y aceptada últimamente que pretende desmitificar la maternidad o mostrar una realidad de ésta que no coincide en absoluto con mi experiencia personal. Todo esto, nuestras crónicas de la vida retro, un montón de recomendaciones para la existencia y subsistencia con hijos (y sin ellos) y grandes dosis de humor se dan cita en el blog lunes, miércoles y viernes.

- Una sección del blog es ‘Metafísica infantil’, las ocurrencias de la genial ‘Heredera’. ¿Cuál ha sido la última pendiente de publicar?
- De momento, nos hemos dado un descanso hasta la vuelta al cole. Compaginar dos profesiones con la familia y las redes sociales es hacer encaje de bolillos, que es una cosa muy vintage, pero muy cansada, y necesitábamos un poco de aire para preparar contenidos nuevos. Voy anotando todas las metafísicas (y más cosas interesantes) para retomar el ritmo habitual en septiembre, pero puedo adelantar que la RAE y los apocalipsis zombies se encuentran dentro de sus preocupaciones. Al mismo nivel.

- ¿Qué es y qué supuso para ti la maternidad?
- Un frenesí, que diría Calderón. Lo que viene siendo un episodio de Humor Amarillo, con sus obstáculos, su barro hasta las rodillas, su lengua fuera, sus pruebas imposibles y sus caminos inescrutables, pero con diversión y aprendizaje a cascoporro. Hay quien pregunta si tener hijos te cambia la vida mucho. Mucho, no: todo. Te cambia el color de las ojeras, como para no cambiarte la vida. Para mejor, que yo progreso adecuadamente en muchos aspectos desde que soy progenitora. En otros necesito mejorar, pero no se lo digan a la ‘Heredera’ que me saca coplas.

- ¿Qué grupo es el que más vueltas da en el pinchadiscos de Mary Wilson?
- Sin lugar a dudas, Cooper. Además, y por rachas, hay un montón de grupos que nos tienen comido el corazón: Cola Jet Set, Petit Pop, Papá Topo… y últimamente pegan con fuerza los ochenta en nuestros altavoces.

- Tienes un estilo muy marcado en tus fotografías. ¿Cómo llegaste a él?
- Tengo una predilección especial por los fotógrafos de mediados del siglo XX, años 50 y 60, supongo que su manera de ver y de entender la fotografía ha influido en mi ojo notablemente. Por otro lado, empecé haciendo fotos con película y siempre me ha gustado la estética del film, así que cuando di el salto a la fotografía digital quería conservar ese punto retro del carrete. Después, la evolución natural de quien observa, aprende y practica diariamente me ha traído donde estoy ahora visualmente hablando.

- ¿Qué es para ti la fotografía?
- Una manera de expresarme, pero también una manera de detener el tiempo en todos esos momentos que queremos que duren para siempre. En mi caso particular, encuentro fotos de hace unos años y sé perfectamente cuándo las hice, qué pasó antes y qué pasó después. Es mi ‘pastilla’ de la memoria.

- Dejas mensajes para el futuro de tu hija, las ‘Palabras para Julia’, ¿cuál consideras imprescindibles para el futuro?
- Tengo todavía muchas que escribirle que me parecen fundamentales, pero hay cuatro palabras mágicas e irrenunciables en casa de la madre vintage: gracias, por favor, perdón y te quiero. Si consigue dominarlas, quizá no conquiste el mundo, pero seguro que será una buena persona. Y yo habré cumplido.
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