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La Virgen del Motocross

29/08/2016
 Actualizado a 18/09/2019
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Tuve la suerte de participar hace unos días en el IV Encuentro de Narradores de Celadilla del Páramo, pueblo hospitalario y amable del que hay muchísimo qué aprender, con infinitas historias que intentan salvar de la quema de los tiempos. Una de ellas, que no sé a quién se la escuche, hablaba de una iglesia en no me acuerdo qué pueblo bajó una advocación que me dejó fascinado, pues nunca la había oído mencionar –y una vez conocida aún sigo teniendo mis dudas–: la Virgen del Motocross.

Si mal no recuerdo lo que pude escuchar, no hace tantos años que un joven del lugar, como castigo por su costumbre de no asistir a la misafue obligado a dar lustre a todas las imágenes de la parroquia. De mala gana estaba el díscolo muchacho pasándole un trapo a la imagen de una Virgen, cuando perdió el equilibrio sobre la escalerita en la que estaba y besaron los dos el suelo, él y Nuestra Señora.

Únicamente la cabeza y las manos de la figura eran de escayola, el resto era un ligero armazón de madera cubierto por el manto, por lo que solo el rostro de María sufrió las consecuencias del golpe. Presa del pánico –la qué se le venía encima al descreído muchacho–, decidió sacar el ‘cuerpo’ de la escena del crimen. Como pudo cargó el armazón y la cabeza, ya le había desenroscado las manos, en su moto de cross y ante el temor de que los vecinos se percataran de la situación, le colocó su casco a la imagen, para cubrirle el rostro. El joven se disponía a poner a refugio la prueba incriminatoria –ya pensaría más tarde una excusa para justificar la desaparición– cuando le dieron el alto. Presa de los nervios, aceleró y salió a toda velocidad, primera, segunda... quinta, hasta que cuando trataba de ver si le seguían se empotró violentamente contra un muro. Terrible golpe. Ni un rasguño. Ni él, ni la figura. Los vecinos que lo vieron afirmaron que fue un milagro y, cosas de los pueblos, decidieron perdonar al muchacho y dar gracias para siempre a la Virgen del Motrocross que allí sigue con su casco.
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