La siniestralidad en las carreteras de Castilla y León se reduce un 58,31% en la última década

La siniestralidad en las carreteras de Castilla y León se redujo en la última década en un 58,31 por ciento, al pasar de los 319 fallecidos registrados en 2006 a los 133 que se contabilizaron el año pasado. Así lo puso de manifiesto el jefe nacional de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, el general de división Benito Salcedo, quien se felicitó por esta “notable reducción” de la mortalidad en las vías interurbanas de la Comunidad en los últimos diez años.

El reto a partir de ahora tiene que ser el de “seguir profundizando” en esta tendencia tan positiva, que tendrá que marcar “nuevas exigencias” a la unidad, en especial centradas en el control de la velocidad o la vigilancia de comportamiento de los colectivos más vulnerables, como es el caso de los ciclistas. Aunque reconoció que “no será tarea fácil” en el contexto actual de movilidad creciente, insistió en que aún queda “mucha tarea por hacer” hasta conseguir cero muertos en las carreteras.

Así lo declaró durante el acto de toma de posesión del nuevo responsable de Tráfico de la Guardia Civil en Castilla y León, Rafael Aparicio Azcárraga, a quien Salcedo consideró un oficial “bien conocido y considerado” que viene de conseguir “importantes avances en la planificación y gestión de los servicios de vigilancia y control del tráfico” con una trayectoria “de servicio al ciudadano en las facetas más humanitarias de la Guardia Civil” como son el servicio de montaña y ahora el sector de Tráfico.

Lo que desean los ciudadano, según Salcedo, es “sentirse cada vez más seguros” cuando se desplazan por carretera, evitando las imprudencias ajenas, para lo que desde la Guardia Civil se intenta “despejar las imprudencias más graves de las vías” a través de las tareas de vigilancia y control “porque nuestra presencia en las carreteras tiene que ofrecer seguridad a los ciudadanos”, concluyó.

Por su parte, el nuevo responsable de Tráfico de la Guardia Civil en Castilla y León dijo asumir este nuevo cargo con “muchísima responsabilidad” y con la intención de “trabajar duro” para conseguir la implicación de todos con el fin de que el ciudadano que transite por las carreteras de Castilla y León se sienta “cada vez más seguro en las carreteras”.

Una tarea que Aparicio Azcárraga reconoció que no será sencillo, en especial teniendo en cuenta que la Unidad de Tráfico de Castilla y León tiene “una gran extensión de terreno”, con más de 32.000 kilómetros de carreteras y más de 1.400 integrantes en la unidad y 800 vehículos. “Es una gran unidad de la Guardia Civil con la que espero estar acertado al mando y conseguir los logros”, declaró. Aunque la siniestralidad cero sigue siendo la meta final, algo que constituye “el listón muy alto”, el nuevo mando confió en este objetivo “y en el trabajo diario para conseguirlo”, concluyó.