Un ambiente de gala en las gradas, muchísima tensión en el campo y máxima emoción de principio a fin. Con todos esos ingredientes se cocinó un derbi que casi siete años después regresó al Reino de León y al que le faltó el ingrediente principal: los goles, pues niCultural ni Ponferradina consiguieron romper el 0-0 inicial.Firmaron ambos equipos tablas en un choque sin apenas oportunidades y en el que el entramado defensivo de los de Munitis, con cinco defensas y endureciendo y parando sistemáticamente el juego para que nunca cogiera ritmo, desactivó por completo a una Cultural que sólo generó peligro en los últimos 10 minutos, cuando tras la expulsión por doble amarilla de Chavero se volcó sobre la meta de Dinu sin ser capaz de convertir en gol su asedio.
Fue un espejismo en un encuentro trabado y sin llegadas a las áreas durante casi 75 minutos. Sirva de ejemplo la primera mitad, donde aunque el balón fue mayoritariamente de la Cultural, los de De la Barrera apenas pisaron área y no crearon ni una sola jugada de peligro, siendo bercianas las dos únicas antes del descanso.
Dos incorporaciones de los laterales de la Ponferradina provocaron las dos únicas ocasiones de la primera parte Una, a los cinco minutos, con un centro-chut de Abel Moreno, que se marchaba por la izquierda en una contra y cuyo envío se envenenaba pasando a pocos centímetros del larguero; y la otra a los 20, con otra incorporación por la banda de un lateral, en esta ocasión del derechoNacho López, que ponía un gran centro que Figueroa, libre de marca, remataba muy desviado.
Pero no fue eso lo peor de la primera parte para la Cultural, sino las lesiones de dos hombres clave en apenas cinco minutos. Primero cayó Toni, que se llevaba un golpe en su pierna en un balón dividido y aunque lo intentaba no podía continuar; y después Colinas, que en la enésima entrada de un Chavero que se hinchó a repartir ante la permisividad arbitral, caía mal y se dañaba su hombro.
Las desgracias obligaron a variar su esquema a un Rubén de la Barrera que casi dos meses después había podido poner en liza su once de gala. Un cambio era de hombre por hombre, con Ortí entrando por Colinas; y en el otro se decantaba por José León para formar doble pivote con un Ortiz que tuvo que bajar muy atrás para poder entrar en juego, adelantando a la mediapunta a Yeray.
Sin embargo, parecía que la segunda mitad comenzaba igual que la primera, con la Ponferradina controlando perfectamente las ofensivas leonesas e incluso disputándole en algunos minutos el balón.Pero, con el paso del tiempo, el panorama empezó a cambiar. Poco a poco, el dominio empezó a ser blanco. Así llegó el primer córner forzado, el primer ‘uy’ en las gradas con un gran centro de Gallar que un defensa cortaba in extremis cuando Benja llegaba solo para rematar a bocajarro, y también el primer disparo entre los tres palos, en el minuto 66 de Yeray, demasiado flojo y que se encontraba con la mano de Dinu que lo despejaba.
Toni y Colinas se lesionaron en la primera parte; y en el 73’ Chavero le soltó el codo a Ortiz y vio su segunda amarilla Pero cuando realmente el encuentro empezó a inclinarse del lado culturalista fue cuando la Ponferradina se quedó con diez. En una acción en el centro del campo, Ortiz y Chavero peleaban por un balón dividido, el mediocentro berciano soltaba el brazo hacia atrás y daba el leonés, y el árbitro detenía la jugada pese a que ésta seguía y le sacaba la segunda amarilla que tanto se había buscado quizá en la jugada en la que menos la merecía.
Fue lo que desniveló el partido.Entre él y Andy, habían controlado perfectamente el juego combinativo culturalista. Sin Chavero, Ortiz se hizo grande y Gallar, apagado hasta entonces, comenzó a aparecer entre líneas siendo partícipe en tres de las cuatro acciones de peligro que generó de ahí y hasta el final el conjunto leonés
Primero, con un centro que peinaba Ortí y que Benja (al que entre Núñez, Xisco y Gonzalo controlaron por completo y desquiciaron), dentro del área, enganchaba de primeras mandándola demasiado arriba; después con una falta al borde del área que el mismoforzaba y lanzaba, mandándola ligeramente por encima del larguero; y, después de que Yeray hubiera vuelto a probar a Dinu con un buen disparo en la esquina del área ante el que el meta volvía a intervenir bien, con la más clara del encuentro en el minuto 88.
Era el último suspiro y fue la última bala en el revólver culturalista. Entre Gallar y Ortiz se inventaron una gran pared dentro del área. El extremo se la puso al mediocentro y éste se la devolvió de tacón para que, dentro del área, buscara un disparo que se iba a la izquierda de la meta defendida por Dinu.
En los últimos 15 minutos la Cultural generó sus cuatro ocasiones del choque, tres de ellas con Gallar de protagonista Ya no hubo más peligro. La Ponferradina supo dejar pasar el tiempo para llevarse el valioso punto; y la Cultural no sólo no volvía a rondar el área rival, sino que además se quedaba también con diez, al desquiciarse Forniés y ver su segunda amarilla, ambas justas, al ir al choque con Nacho López, llegar demasiado tarde y golpearle en la cara.
El 0-0 era inamovible. La Cultural, casi cinco meses y ocho partidos después, se va sin victoria de un encuentro en el Reino de León (que con más de 6.000 personas presentó su mejor entrada de la temporada dejando de lado el choque ante el Real Madrid), aunque amplia a tres su renta sobre el segundo clasificado al perder el Racing en casa con el Celta. La Ponferradina, que a la espera del salto de calidad que puede darles Yuri estrenó a Pallares y Ríos Reina, que pasaron desapercibidos al coincidir su salida al campo, en el minuto 66, con los mejores minutos de la Cultural; encadena su cuarto partido sin perder y sigue a siete del ‘playoff’ de ascenso.
No hubo víctimas ni verdugos. Tampoco risas ni llantos. Logró la Ponferradina el punto que vino a buscar y la Cultural el que, salvo en los últimos 10 minutos, mereció.