La Junta ha expedido en León 14.000 certificados energéticos desde 2012

La provincia es la segunda de Castilla y León con más expedientes tramitados

Sergio Jorge
29/08/2016
 Actualizado a 11/09/2019
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El número de certificados energéticos registrados en la provincia de León continúa aumentando de forma estable desde que entrara en vigor la normativa el pasado 1 de junio de 2013 en la que se obligaba a disponer de este documento para la venta o construcción de viviendas, pero también para otro tipo de edificios.

Según consta en el Registro de Certificados de Eficiencia Energética de Castilla y León, facilitado a este periódico por la Consejería de Economía y Hacienda, en la provincia de León ya se han emitido un total de 13.803 informes oficiales de este tipo.

Se trata de un procedimiento oficial que califica energéticamente un inmueble calculando tanto el consumo anual de energía necesario para cubrir su demanda en condiciones normales de ocupación y funcionamiento, como las emisiones de dióxido de carbono asociadas. Y todo ello para lograr un ahorro de energía, pero sobre todo de dinero para los propietarios del inmueble.

Son en total 13.803 los certificados emitidos desde que la normativa entrara en vigor en mayo de 2013, la que obligaba a todos los edificios a tener este tipo de documento, aunque desde 2012 esta etiqueta era solo obligatoria para los inmuebles de nueva construcción.

Por este motivo, en 2012 no se contabilizó ningún certificado, mientras que en 2013 fueron 2.745 en toda la provincia. El gran incremento se produjo en 2014, cuando se llegó a 8.271, es decir, 5.530 más, mientras que en 2015 la cifra se situó en 11.814. A estos números hay que añadir los 1.989 que se han emitido este año hasta el pasado 25 del mes de julio.

Los procedimientos que se han registrado hasta el momento en León colocan a la provincia de la comunidad en segundo lugar tras Valladolid, que acumula en el mismo periodo de tiempo un total de 16.925.

Les siguen Salamanca (12.355), Burgos (10.675), Segovia (4.949), Palencia (4.873), Ávila (4.191), Zamora (3.391) y Soria (2.153). En total en Castilla y León se han emitido desde 2012 un total de 73.315 documentos de este tipo, que afectan por tanto a edificios como a viviendas, y de varios usos.

Entre los certificados emitidos en León destacan sobre todo los de viviendas individuales en bloque, con un total de 9.882 procedimientos contabilizados desde 2013, mientras que el siguiente uso es el de vivienda unifamiliar adosada (1.123). También se incluyen en el registro locales (1.048), oficinas ()228), administrativos (40), centros docentes (81), comerciales (36), hoteles y residencias (38), usos terciarios (89) y sanitarios (46). Además hay que incluir otro tipo de casas, como los bloques de viviendas completos (314), vivienda unifamiliar aislada (611) y vivienda unifamiliar pareada (256).

Claves para no perder energía en viviendas

Hay muchas razones para querer que un edificio sea lo más eficiente en cuanto a energía se refiere, pero hay una en la que nadie pone objeciones:el ahorro. Yeso que al principio, cuando se adquiere la vivienda, es más cara, pero "se rentabiliza como máximo en cuatro o cinco años". Así lo asegura el ingeniero José Luis Falagán, director del Departamento de  Ingeniería Eléctrica de la ULE. Un ejemplo es uno de los últimos  inmuebles en los que se ha encargado del estudio de toda la eficiencia energética, construido por Lorenzo García Blanco junto al campus de Vegazana.

El ahorro de una vivienda con calidad A de eficiencia energética puede llegar a ser del 40% anual  Su certificado es A, por lo que tiene todas las medidas posibles para lograr este distintivo y, sobre todo, permitir un coste reducido en energía, «sobre un 40%», asegura.
Y ese ahorro se puede materializar en que el gasto de calefacción y otro tipo de energías no supere los 800 euros anuales en una casa de un bloque de viviendas, de ahí que sea muy fácil de rentabilizar el coste inicial al adquirirla.

Pero para lograr eso hay que tener varios aspectos en cuenta desde su construcción. Uno de ellos es el cerramiento, puesto que el objetivo que siempre se persigue es "minimizar la pérdida de calor", y para ello hay que potenciar "el aislamiento del edificio". "Hace 20 o 30 años se tendía a aislar con una simple cámara de aire, pero ahora se sustituye por materiales como la lana mineral o los extruidos, porque todos son buenos si están bien colocados y con un espesor adecuado", explica Falagán.
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