La jueza archiva el 'caso Villacorta' al no encontrar ningún indicio de dopaje

El entrenador leonés y su grupo han comparecido en rueda de prensa en lo que ha supuesto "el fin de una pesadilla"

J. A.
11/12/2015
 Actualizado a 16/09/2019
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En una imagen casi idéntica a la del pasado mes de abril en el que José Enrique Villacorta con Sebas Martos, Daniel Arce y Roberto Alaiz sentados en la misma mesa se defendían de la investigación que se había iniciado contra él y sus atletas por una presunta trama de dopaje, los protagonistas volvían a comparecer ayer en el Hotel Conde Luna pero esta vez para anunciar que la jueza que había iniciado el caso había decretado su sobreseimiento y archivo tras no encontrar motivos para llevar el proceso a nuevas fases.

Hace siete meses, numerosos policías llegados desde Madrid y tras tiempo con sus teléfonos móviles interceptados, registraban los domicilios de todos ellos y les llevaban a declarar a comisaría durante varias horas. Eso fue solo el inicio y es que desde entonces la investigación ha supuesto numerosas pruebas médicas, revisión de análisis de los últimos diez años e innumerables pesquisas que han sumado casi 2.000 folios de instrucción y que se han saldado con el resultado de que no hay ninguna prueba para seguir adelante con el proceso, algo que no deja en buen lugar ni a la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) y de la Sección de Delitos contra el Medio Ambiente y Dopaje de la UDEV, que fueron los que iniciaron la investigación.

Y es ahí donde se abre una de las muchas interrogaciones aún por responder en el caso, quizás la principal, la que hace referencia a la denuncia anónima que llegó a la AEPSAD y que inició todo el proceso que ahora resulta ser una burda mentira.

Para nosotros concluye una causa que se convirtió en una pesadilla muy difícil de creer, una pesadilla que deja cicatriz  Tanto Villacorta como el abogado de los atletas en la causa, Luis Rodríguez, aseguraron desconocer el autor de dicha denuncia además de asumir que va a ser muy difícil conocerlo, por lo que las acciones legales que se puedan tomar en ese sentido parecen lejanas.

Y es que en la comparecencia pública del entrenador, el gran mensaje que ha querido trasladar ha sido el de la dificultad de restaurar el honor de un grupo«que solo sabe luchar para ser mejor pero no a cualquier precio, sino con trabajo».

Definiendo la causa como «una pesadilla difícil de creer», Villacorta incidió en la intención de que lo ocurrido no pase al olvido «que no sea tan fácil dañar a un grupo de personas que lo único que buscan es continuar creciendo como deportistas» además de señalar de nuevo que «perseguimos la ilusión por un deporte limpio, y con la honradez de todos aquellos que lo rodean y disfrutan de él».

Agradeciendo a «todos aquellos que nos han demostrado su apoyo incondicional y que desde el primer momento creyeron en nosotros sin un ápice de duda» y preguntándose «¿quién limpia ahora nuestra imagen», Villacorta, rodeado de todos sus pupilos, daba carpetazo no solo al caso sino también a unos meses complicados que al final se han saldado con una acusación vacía que podría tener consecuencias en los juzgados de conocerse la identidad del denunciante anónimo que inició la investigación.  
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