"La" florido pensil

'El florido pensil' fue uno de los grandes éxitos de teatro en los últimos años; sus creadores, Tanttaka, regresan ahora con la versión "niñas"

Fulgencio Fernández
09/03/2017
 Actualizado a 15/09/2019
Un momento de la representación de ‘El florido pensil’ en su versión "niñas".
Un momento de la representación de ‘El florido pensil’ en su versión "niñas".
Se podría pensar que como en las series de películas que triunfan –en las que sus creadores lanzan secuelas buscando nuevos éxitos– que ‘los padres’ de uno de los grandes éxitos del teatro de los últimos años —'El florido pensil'— cogen el mismo camino y a la segunda parte le llaman ‘El florido pensil niñas’.

Pero no es lo mismo. Si tenía mucho sentido la obra original, sobre la enseñanza de los niños españoles durante la dictadura, aún tiene más sentido 'El florido pensil niñas' (que este jueves llega al Auditorio de León, a las 21 horas) pues a ellas les tocó la cara más dura y alienante de aquella educación, en la que se insistía en el papel absolutamente sumiso de las mujeres, y para el que se las formaba en las llamadas "escuelas nacionales".  

Tanttaka Teatro creó así esta nueva incursión en el mundo de la educación en aquella España  de la dictadura: "Es la historia del día a día de cinco muchachas sometidas a la absurda e ilógica brutalidad del sistema educativo que dominó la España de la postguerra. La escuela es el reflejo de la sociedad y de su ideología dominante. Y esa ideología había decidido poner al día el más profundo patriarcado medieval, y llevarlo a sus últimas consecuencias".

Recuerdan desde la compañía que la obra quiere profundizar en el papel asignado a la mujer, "que se convirtió en el principal objetivo de la empresa moralizadora pues resultaba que la mujer estaba naturalmente destinada para el matrimonio y para las labores domésticas". Algo que se sustanciaba en una realidad que casi nadie cuestionaba en aquellos tiempos. "Su carrera profesional venía a ser formar una familia y tener prole. Y en eso se ponían de acuerdo prácticamente todas y todos: la maestra, el cura, los padres, los moralistas, las cupletistas, las escritoras de novelas rosas, y hasta las profesoras de gimnasia, si me apuran. En todos los escenarios de la acción se verá reflejada, a veces a las claras, a veces mediante retorcidos rodeos, que sólo existían dos tipos de mujeres: las decentes y las otras".

Un tema muy serio que Tanttaka aborda con gran sentido del humor, muy medido y cargado de ironía, y que viene como anillo al dedo para estas fechas cercanas al Día Internacional de la Mujer pues viendo esta obra entendemos mucho mejor la realidad actual, al comprobar un "de dónde venimos" que las generaciones jóvenes no solo desconocen sino que les costará trabajo creer que pudiera ser así, tan florido pensil.
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