"La figuración se ve a través de los colores"

Lolo Zapico expone desde este viernes en el Museo de León una selección de obras adscritas a la abstracción figurativa que practica el artista lacianiego, además de cuatro esculturas que representan tres cabezas de vaca y un hormiguero

Joaquín Revuelta
16/12/2016
 Actualizado a 18/09/2019
El artista lacianiego Lolo Zapica inaugura hoy viernes una exposición de pintura y escultura en el Museo de León. | MAURICIO PEÑA
El artista lacianiego Lolo Zapica inaugura hoy viernes una exposición de pintura y escultura en el Museo de León. | MAURICIO PEÑA
Desde hacía cuatro años que el artista lacianiego Lolo Zapico no exponía en la capital leonesa. La última vez fue en 2012 con una breve muestra pictórica que pudo verse en el ColegioMaristas San José. En esta ocasión Zapico regresa por todo lo alto, con una exposición de más de 30 cuadros y cuatro piezas escultóricas que ya pueden visitarse en el Museo de León y cuya inauguración oficial tendrá lugar este viernes a las 19:30 horas con presencia del artista.

A Lolo Zapico le cuesta hablar de su obra y cuando se le pregunta por el origen y la naturaleza de este proyecto expositivo te remite a los textos que Eduardo Arroyo, la persona que hizo que Zapico retomara la actividad artística tras un largo parón de veinte años dedicado a otros menesteres; Luis Grau, director del Museo de León, y Luis García, director de exposiciones y publicaciones del ILC, han escrito para el catálogo de la muestra. "Todo está muy bien explicado en los escritos de Arroyo, Grau y García", señala Zapico, que nos comenta que la exposición surgió de forma casual a raíz de un proyecto que tenía pensado realizar para elInstituto Leonés de Cultura. «A raíz de una visita que hice al Museo deLeón conocí a su director,que fue el que me convenció de realizar la exposición en este enclave».
Sobre una de las paredes del museo cuelga un panel cuyo título reza ‘Mi mundo y el color’, que uno interpreta que es el título de la exposición, aunque no figure así en el catálogo oficial.

Lolo Zapico reconoce que su particular manera de pintar surgió en una pensión de la calle Platerías, en el Barrio Húmedo, donde el artista de Rioscuro residió un tiempo. "Al principio era pasteles sobre papel y por mediación de un tiralíneas creé una espátula y a base darle a la pintura y de rasparla surgió esta manera de pintar que se aproxima a la abstracción figurativa".

La complejidad de esta técnica y la dificultad de exponer su obra en aquellos años le llevó a tomar la decisión de abandonar la actividad artística para acometer una Ingeniería Técnica de Minas y trabajar en una empresa en Villablino. Por suerte, otro artista, también lacianiego y reconocido internacionalmente, Eduardo Arroyo, le convenció de la necesidad de que retomara la pintura después de contemplar aquellos primeros trabajos de Lolo Zapico realizados en papel. El paso del papel al lienzo supondría un salto cualitativo en su singular técnica de trabajo que ningún otro artista conocido ha realizado hasta la fecha. En su retorno Lolo Zapico logró exponer en una colectiva en la prestigiosa galería Marlborough de Madrid. "El paso del papel al lienzo resultó complicado porque las ceras no se pegaban a la tela hasta que descubrí que calentándolas en un microondas a cuatrocientos grados aquello funcionaba"

El artista lacianiego cree que su obra es más figurativa de lo que en principio salta a la vista. "Hay que fijarse mucho y es a través de los colores donde uno ve la figuración en mis cuadros", asegura Zapico, cuyos paisajes remiten, como no podía ser de otra manera, al valle de Laciana, de donde es natural y en el que siempre ha vivido. "Es un paisaje que todavía conserva las cuatro estaciones del año. Como vivo allí todo el tiempo puedo percibir las transformaciones de los colores de las montañas y es algo que de una manera inconsciente traslado al lienzo".

La escultura es otra faceta que en menor medida cultiva el artista de Laciana y de la que tenemos una buena muestra en la pieza que se encuentra ubicada en la calle Ruiz de Salazar como tributo a la canción de Café Quijano ‘La Lola’ y que representa a los espantapájaros que había en la montaña de León. "Voy a iniciar en primavera una exposición de espantapájaros y paisajes abstractos figurativos que va a recorrer elCamino de Santiago y que se va a presentar en el Castillo del Cornatel en Priaranza del Bierzo. Va a recorrer inicialmente el llamado Camino de Invierno entre Ponferrada y Lalín y más tarde realizará el trayecto completo entre Roncesvalles y Santiago", avanza Zapico, que también hace mención a otra exposición con 22 piezas y una de quinientos kilos que está realizando para elAyuntamiento de la Pola de Somiedo que tiene pensado inaugurar en la primera semana de julio en el parque de esta localidad.

Zapico sonríe cuando le digo que una de las tres piezas que representan una cabeza de vaca me recuerda algo al unicornio que cuelga de una grúa en Puerta Castillo. La verdad es que el único parecido reside en el cuerno, porque la base de la escultura es una de esas piedras que el artista descubre en los ríos lacianiegos y en la costa asturiana y que en ningún caso han sido manipuladas con posterioridad, como harían la mayoría de los escultores. "Son piedras de la época de la glaciación de hace dos millones de años que han sufrido la erosión del agua, el viento y los golpes con otras piedras. Este tipo de piedra es la que también estoy utilizando para las treinta esculturas de mujeres espantapájaros que voy a exponer a lo largo del Camino".
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