La esperanza está tendida

Soportar las consecuencias medioambientales debe tener algún tipo de contraprestación para esas maltratadas juntas vecinales que están acostumbradas padecen los males y nunca llevarse ningún beneficio.Bajo esa premisa la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores ve en la posibilidad de gravar las líneas eléctricas y gasoductos que atraviesen terrenos de dominio público una oportunidad histórica para resolver los problemas de financiación de buena parte de los pueblos de la provincia. Cobrar estas tasas permitirá a las juntas vecinales contar con una fuente de recursos económicos constante que salvaría además, en su opinión, las imposiciones contables contra el uso de los ahorros o remanentes para gastos corrientes. Batalla habrá que presentar ante las poderosas empresas del sector de la energía, pero la unión hace la fuerza y una primera sentencia en ese sentido permitiría cambiar la financiación de unas entidades que en muchas casos han sido vilipendiadas por la administración y directamente saqueadas por algunos de los que han sido sus temporales responsables. El caso podría derivar, en caso de resolverse favorablemente para las pedanías, en un cambio de escenario tal que quizá algunos ya no presentarían tanta resistencia a los proyectos de construcción de líneas eléctricas de alta tensión como ha ocurrido en el pasado.